• La vicepresidenta Soraya insiste en que El País y la SER son necesarias para mantener la unidad de España.
  • Al menos, eso dice ella.
  • Y el presidente de Telefónica, Álvarez- Pallete, no venderá su 13% a Alierta antes del 2 de octubre.
  • Además, Janli ya ha echado al temido Fernando Garea, que ha fichado por El Confidencial.
La batalla de PRISA no ha terminado. César Alierta (en la imagen), en parte a través de Heraldo de Aragón-Henneo, ha perdido la primera batalla para expulsar a Juan Luis Cebrián de la Presidencia de PRISA, pero no ha perdido la guerra. De hecho, las hostilidades se reanudarán el 2 de octubre, justo un día después de que los separatistas catalanes caigan de la burra y busquen un acuerdo por las buenas, eso sí, tras haber extendido el frentismo por toda España. Y es que a doña Soraya Sáenz de Santamaría, la gran defensora de Janli, se le ha metido en las mientes que PRISA, El País y la SER, resultan fundamentales para que la izquierda española apoye al Gobierno frente a los separatistas. Y aquí no hay nada que objetar. Cada uno es libre de creer lo que le venga en gana y hasta de engañarse. En paralelo, Álvarez-Pallete se ha negado a venderle a Alierta el 13% de PRISA. No porque no desee librarse de un paquete, que, como a los tres accionistas (Santander, Caixabank y HSBC) les quema en las manos, sino porque el Gobierno se enfadaría mucho. Ahora, a partir del 2 de octubre, cuando la locura puigdemontiana devenga en frustración, cuando el bluf separatista se desinfle, entonces será otra cuestión. Primero, porque los tres bancos acreedores metidos en el accionariado están deseando marcharse. Segundo, porque Pallete también lo desea y, por último, porque ni Roma paga traidores ni Soraya paga asesores (perdón, apoyos). La historia de El País no ha concluido. Eulogio López eulogio@hispanidad.com