• Alemania entra en terreno desconocido tras el fracaso de la coalición 'Jamaica' (Verdes, Liberales y CDU).
  • "Mejor no gobernar, que gobernar mal", afirmó el líder del FDP, Christian Lindner.
  • Pero Merkel no quiere ni en pintura nuevas elecciones.
Alemania se sitúa en un escenario desconocido después de que, casi a la medianoche de hoy, el partido liberal (FDP) abandonase de manera sorpresiva las conversaciones para formar Gobierno que mantenía desde hace cuatro semanas con el bloque conservador de la canciller Angela Merkel (CDU) y Los Verdes, la llamada coalición Jamaica, informa DW. "Mejor no gobernar, que gobernar mal", afirmó el líder del FDP, Christian Lindner, alegando falta de confianza con el resto de socios durante la ronda de primeros contactos que se inició hace exactamente un mes. La repatriación familiar para los solicitantes de asilo o la estrategia para enfrentar el cambio climático constituyeron algunos de los principales puntos de fricción entre los tres partidos que estaban llamados a integrar el nuevo Gobierno de Alemania. Merkel, que gobierna ininterrumpidamente Alemania desde 2005, se enfrenta ahora a uno de los peores momentos de su carrera política. Negociadores del bloque conservador liderado por la canciller, del FDP y Los Verdes se habían dado de plazo hasta este domingo para decidir si abogaban por remar en una misma dirección conformando una alianza tripartita o si, como ha ocurrido, preferían tomar caminos separados, volviendo a la casilla de salida que habían dejado las elecciones generales del 24 de septiembre. ¿Y ahora qué? Al no lograrse el acuerdo, Merkel sólo tiene ahora ante sí dos opciones: un Gobierno en minoría con la inestabilidad que eso conlleva o nuevas elecciones generales. Esta es una opción que la dirigente intentará evitar a toda costa, porque podría darle más alas al partido conservador de derecha Alternativa para Alemania (AfD), que ya se sienta en el Parlamento germano como tercera fuerza política. Además, unos nuevos comicios la situarían en una tesitura muy complicada, obligándola a concurrir de nuevo en la carrera por las urnas después de salir elegida el pasado 24 de septiembre con su segundo peor resultado y de que su conservadora Unión Cristianodemócrata (CDU) y su partido hermano bávaro la Unión Cristianosocial (CSU) sufriesen una notable pérdida de apoyos. Tras más de 12 años en la cúspide del poder en Alemania y en el ámbito internacional, este seguramente es el peor de los escenarios que Merkel se podría imaginar para poner punto y final a su carrera política. Andrés Velázquez andres@hispanidad.com