• Es lo que alerta el vicecanciller Sigmar Gabriel: "No debemos permitir que el Reino Unido se beneficie de su salida de la UE y no asuma su responsabilidad".
  • Un brexit blando (salir de la UE pero con acceso mercado único) es la opción preferida por una facción del Gobierno británico.
  • Theresa May podría apuntarse a esta tesis en el próximo Congreso extraordinario del 31 de agosto.
  • El ministro de finanzas alemán ya dijo que desea la marcha inmediata del Reino Unido. Si "Brexit es Brexit" que lo sea cuanto antes, viene a decir Berlín.
Alemania teme que el Reino Unido dirija su ruptura con el club comunitario de tal modo que esquive los efectos adversos y salga reforzada, a costa, claro, de debilitar la Unión Europea. El último en confirmar este temor ha sido el vicencanciller alemán, Sigmar Gabriel, que ha dado la voz de alarma: una mala gestión del Brexit puede arruinar Europa. Pero lo que le preocupa no es un deterioro de la economía: "sus efectos no serán tan graves a nivel económico como algunos temen; se trata más de un problema psicológico y es un enorme problema político", ha defendido Gabriel en una rueda de prensa. Y añade: "No debemos permitir que Reino Unido se quede con los mayores beneficios, sin asumir la responsabilidad (de su decisión)". Bueno, pues esto es precisamente lo que persigue una facción del Gobierno británico, encabezada por el ministro del Tesoro, Philip Hammond. Este grupo, partidario de un Brexit light, aspira a aplicar en la isla la fórmula noruega: fuera de la UE, pero integrados en el mercado único. No es un asunto baladí, sobre todo en lo que respecta a su sector financiero: la City de Londres podría peligrar si Gran Bretaña no accede al mercado único. Y equivale, ojo, al 11,8% del PIB del país. Theresa May podría apuntarse a esta tesis en el próximo congreso extraordinario del 31 de agosto: cree que esto es compatible con no transigir en la política migratoria que desea establecer el país. En la bancada contraria están los defensores de un Brexit de verdad, esto es, que suponga una ruptura total con la Unión Europea. Esta facción la encabeza el ministro para el Brexit, David Davis. El acceso al mercado único, asegura él, sí supone acatar la libertad de movimiento y, por tanto, renunciar al control sobre inmigración. Esta es la postura que ha defendido el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, desde el mismo día del referéndum. Él lo tiene claro: "Dentro es dentro y fuera es fuera". Opta por acelerar el proceso, porque prolongarlo sería un "veneno", dijo en un evento en Luxemburgo unos días después del plebiscito. Daniel Esparza