Alcoa ha vuelto a reducir la producción en San Ciprián (Cervo, Lugo), concretamente en la única de aluminio primario que le queda en España, tras vender las fábricas de Avilés y A Coruña al fondo suizo Parter Capital. Un anuncio ante el que el delegado de la Xunta de Galicia en Lugo, José Manuel Balseiro, ha advertido de posibles despidos, pues las pérdidas mensuales de “entre seis y nueve millones de euros” tampoco ayudan.

Se trata de la primera medida tras la venta de las plantas de Avilés y A Coruña, y también la primera con Jesús Maroño al frente de la fábrica lucense y Álvaro Dorado en la presidencia de la multinacional del aluminio en España. El recorte de producción es del 6% en San Ciprián, donde hay unos 600 trabajadores, y que se suma al efectuado hace unos meses (-5%), además ya “hay 32 cubas paralizadas de las 500 que tienen electrolisis”, ha recordado Balseiro. Además, en el complejo industrial de San Ciprián hay otra planta, la que se dedica a la alúmina, donde hay 500 empleados y que, hasta ahora, va bien, pero que nutre a la de aluminio primario. 

El político no ha perdido la ocasión de criticar que el Gobierno Sánchez, ahora en funciones, le ha dado la espalda a Alcoa al no aprobar el estatuto para empresas electrointensivas que abaratarían sus costes de energía. En San Ciprián, estos representan “ente el 35% y el 40% de los gastos” y fueron los responsables de que el año pasado, esta fábrica tuviera unas pérdidas de 53,8 millones.