El Gobierno Sánchez no dejó de alabar a esos héroes de la carretera que, durante la peor etapa del coronavirus, se jugaron la vida transportando mercancías de primera necesidad por toda España.

Recibieron muchos aplausos pero ni la menor atención a sus reivindicaciones, así que se han cansado y han convocado huelga de transporte de mercancías en toda España para los días 27 y 28 de julio (ver archivo adjunto).

Exigen que se modifique la ley de contratos de Transporte en dos vías: para que las grandes empresas que mueven mercancías no impongan a su antojo la condiciones de pago. Grandes almacenes, acerías, petroleras, etc. Imponen condiciones vía subastas de mercancías, etc y pagan cuando les viene en gana.

De ahí, la segunda petición: quieren un plazo de pago máximo de 60 días, en línea con la ley de morosidad y que, si no lo cumple, lleguen las sanciones por vía administrativa, directa, por decirlo así.

Actualmente, se está pagando hasta a 180 días y eso no hay pequeña empresa que lo resista. En definitiva, un sistema parecido al que ya existe para los pagos a agricultores.

Otra reivindicación consiste en que el conductor no intervenga en la carga y descarga. No es una reivindicación menor, porque les quita horas de conducción, que están tasadas.

Más, que el Estado les devuelva el dinero por la condena a España por cobrar un céntimo sanitario indebidamente. Y, por último, pago del gasóleo profesional. Los transportistas no tiene que pagar impuestos de hidrocarburos pero lo hacen y esperan a que luego lo devuelva Ábalos… que en lugar de abonarlo mes a mes lo abona cuando le viene en gana.

El transporte de mercancía es un sector donde abundan los autónomos (un camión) o las no muy grandes empresas con una flota reducida. De hecho, son 230.083 las empresas de transporte por carretera registradas en España.