• Ahora, la FIFA, pero detrás habrá más casos. EEUU investiga el fraude y el blanqueo fuera (Andorra), pero no dentro.
  • Uno de los demandantes es el empresario uruguayo Francisco Casal, interesado en adquirir los derechos de la Liga española. Recurrió a la Justicia norteamericana al ver que la europea no le hacía caso.
  • A dos días de que el máximo órgano de gobierno del fútbol mundial elija a su nuevo presidente, detienen a siete de sus dirigentes, aunque la operación afecta a 14 personas.
  • Entre los detenidos y los afectados por las investigaciones judiciales, no están involucrados ni el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, ni el secretario general, Jerome Valcke.
  • Según las autoridades suizas, habrían recibido sobornos y comisiones superiores a los 140 millones de dólares (más de 129 millones de euros) por derechos de retransmisión y elección de sedes.
Este miércoles, asistimos a un nuevo episodio que demuestra que a EEUU se le da muy bien investigar el fraude y el blanqueo fuera, como ya hizo en Andorra con el BPA, pero no dentro de su territorio, pues le importa más bien poco lo que hacen algunas de sus multinacionales (Google, Apple, Coca-Cola, etc.). En concreto, ahora pone su diana en la mismísima FIFA, la cual protagoniza un escándalo de corrupción, que por ahora ya ha provocado la detención de siete de sus dirigentes. Pero parece que pronto podría haber un nuevo episodio, pues Mediapro, el grupo de comunicación que preside Jaume Roures (en la imagen), también está bajo la lupa de los norteamericanos. La corrupción ha llegado hasta el máximo órgano de gobierno del fútbol mundial, aunque no es la primera vez que hay sospechas, pero en esta ocasión lo ha hecho en el peor momento posible: a sólo dos días de que se celebre el congreso que elegirá al nuevo presidente para los próximos cuatro años. Recuerden que a este puesto ya sólo optan el actual mandatario Joseph Blatter y el príncipe jordano Alí bin Al Hussein, aunque hubo alguna candidatura más. Las siete detenciones se han producido en la mañana en Zúrich (Suiza), en concreto en el hotel de cinco estrellas Baur au Lac. Éstas son fruto de una operación internacional puesta en marcha a petición de la Justicia de EEUU, que afecta en total a 14 personas. Entre los demandantes, figura el empresario uruguayo Francisco Casal, uno de los interesados en adquirir los derechos de la Liga española, que recurrió a la Justicia norteamericana al ver que la europea no le hacía ningún caso. Los detenidos son dirigentes de la FIFA, entre ellos, dos vicepresidentes del Comité Ejecutivo, Jeffrey Webb y Eugenio Figueredo. El resto de los detenidos son: Eduardo Li, miembro de dicho Comité; José María Marín, expresidente de la Confederación Brasileña; Rafael Esquivel, presidente de la Federación Venezolana; Julio Rocha y Costas Takkas, según el Departamento de Justicia estadounidense. En rueda de prensa, el director de Comunicaciones de la FIFA, Walter de Gregorio, ha subrayado que en dichas investigaciones judiciales no están involucrados "ni el presidente -Joseph Blatter- ni el secretario general de la FIFA -Jerome Valcke-". También ha señalado que son la "parte perjudicada" y cooperan plenamente con la justicia. Por si quedaba alguna duda, De Gregorio ha reiterado que el congreso para elegir al nuevo presidente tendrá lugar en la fecha prevista "porque una cosa no tiene que ver con la otra". Los siete detenidos serán extraditados próximamente y tras los trámites a EEUU. Entre otros cargos, se les acusa de fraude electrónico, extorsión y blanqueo de capitales. Además, según las autoridades suizas, habrían recibido sobornos y comisiones superiores a los 140 millones de dólares (más de 129 millones de euros) por derechos de retransmisión e influencia en la elección de sedes. Paralelamente, en rueda de prensa, la fiscal general de EEUU, Loretta E. Lynch, ha subrayado que el Departamento de Justicia está "determinado a acabar con la corrupción en el mundo del fútbol". En su comparecencia junto al director del FBI, James B. Comey, entre otros altos funcionarios, ha denunciado que "los detenidos utilizaron sus posiciones de confianza para solicitar sobornos a cambio de los derechos comerciales, y lo hicieron una y otra vez, año tras año, torneo tras torneo". Tras las detenciones, la Oficina Federal de Justicia de Suiza (FOJ) ha puesto en marcha una serie de medidas. En primer lugar, ha bloqueado las cuentas de varios bancos por las que habrían fluido los sobornos y también ha ordenado la incautación de documentos bancarios relacionados. No hay que olvidar que no es la primera vez que la sombra de la corrupción planea sobre la FIFA. Y es que la Fiscalía General de Suiza inició otra investigación el pasado noviembre, a petición de dicho órgano, por sospechas de gestión desleal y lavado de dinero en la elección de Rusia y Qatar como sedes del Mundial de 2018 y de 2022. Cristina Martín cristina@hispanidad.com