El giro que el presidente norteamericano ha dado a su estrategia en Afganistan, con el anuncio de poner fin a las negociaciones con los talibanes, tendrá sus consecuencias, y graves, en la geoestrategia no solo de Estados Unidos sino de todo Occidente. En Afganistán, y ante los reiterados atentados  de los talibanes, de raíz sunita, Donald Trump se ha visto obligado a romper las negociaciones secretas que mantenía con los 'tribunas afganas'.

La estrategia del presidente de apoyar a los sunitas, cuya cabeza es Arabia Saudí, y de enfrentarse de nuevo a la chiita Irán, al romper el pacto nuclear con Teherán ha supuesto que el Gobierno iraní resucite la amenaza nuclear. En definitiva, Trump metió la pata al apostar por Riad en contra de Teherán: ahora deberá enfrentarse a ambos, a los iraníes y sus aliados y a los árabes y sus múltiples derivados. Y no olvidemos que, en materia  de fanatismo islámico, los sunitas adelantan a los chiítas, que ya es decir.

"El pueblo afgano y el Gobierno quieren una paz duradera pero consideran que la violencia de los talibanes y los ataques contra los afganos son el principal obstáculo de las conversaciones de paz en curso", asegura la oficina del presidente Ashraf Ghani

Y eso ha sido lo que precisamente hoy ha llevado al presidente norteamericano ha explicar, a través de su cuenta de Twitter y después de que los talibanes hayan admitido estar detrás de un atentado en Kabul que acabó con la vida de un soldado estadounidense y otras 11 personas, que sin que casi nadie lo supiera, “los principales líderes talibán y, por separado, el presidente de Afganistán, iban a reunirse conmigo en secreto este domingo en Camp David. Llegaban esta noche a Estados Unidos”, informaba el presidente con un tuit esta noche. Trump explicaba a continuación que después de que sus invitados admitiesen que estaban detrás del ataque en Kabul decidió cancelar "inmediatamente la reunión y las negociaciones de paz”.

“¿Qué clase de gente mataría a tantas personas para aparentemente fortalecer su posición de negociación?”. “Así no lo han conseguido, ¡sólo han empeorado la situación! Si no pueden acordar un alto el fuego durante estas importantes conversaciones de paz, e incluso han sido capaces de matar a 12 personas inocentes, entonces probablemente no tengan el poder necesario para negociar un acuerdo significativo”, señala Trump, que para finalizar se pregunta: “¿Cuántas décadas más están dispuestos a luchar?”.

El anuncio se produce poco después de que se conociera un borrador de acuerdo alcanzado entre Washington y el grupo insurgente tras de más de un año de negociaciones, que preveía la retirada de 5.000 soldados estadounidenses en 135 días. Esta retirada parcial dejaría el contingente estadounidense en Afganistán en un nivel muy similar al que tenía cuando el presidente llegó al poder en 2017, cuando había unos 8.400 soldados en el país centroasiático.

Trump metió la pata al apostar por Riad en contra de Teherán: ahora deberá enfrentarse a ambos, a los iraníes y sus aliados y a los árabes y sus múltiples derivados

Varios son los motivos que pueden estar detrás del plan de paz para Afganistan que ahora toma nuevos derroteros. Pero el más importante para Trump es evitar que se repita lo que ocurrió en Irak. "No podemos repetir en Afganistán el error que nuestros líderes cometieron en Irak" con la retirada de tropas en 2011, aseguró al anunciar su estrategia afgana en agosto de 2017. Uno de sus aliados en el Senado, el republicano Lindsey Graham, advirtió la semana pasada de que Trump se arriesga precisamente a eso, y algunos en la Casa Blanca temen que una retirada ayude al grupo terrorista Estado Islámico a consolidar su presencia en Afganistán, como hizo en Irak a partir de 2011.

Por su parte, el Gobierno de Afganistán ha acusado a los talibanes de frenar el proceso de paz debido a los últimos acontecimientos. 

"El pueblo afgano y el Gobierno quieren una paz duradera y están comprometidos a esforzarse por la paz, pero consideran que la violencia de los talibanes y los ataques contra los afganos son el principal obstáculo de las conversaciones de paz en curso", ha afirmado el palacio presidencial en un comunicado.

El anuncio se produce poco después de que se conociera un borrador del acuerdo alcanzado entre Washington y el grupo insurgente tras de más de un año de negociaciones

La oficina del presidente Ashraf Ghani también ha pedido a los insurgentes aceptar un alto el fuego y comenzar las conversaciones directas con el Gobierno.