La pandemia del coronavirus y la crisis económica que ha provocado, como saben, ha supuesto un batacazo para el sector aéreo, colocando a las aerolíneas al borde de la quiebra. Delta Airlines ha tenido unas pérdidas de 9.892 millones de euros hasta septiembre, muy lejos de los 3.121 millones que ganó hace un año: una diferencia de nada más y nada menos que 13.013 millones. Y ojo, porque prevé “dos años o más” para recuperar un entorno de ingresos normalizado.

La aerolínea estadounidense ha facturado 9.460 millones en los nueve primeros meses, un 63% menos que hace un año. Por ello, continúa con la reducción de costes, proceso dentro del que ya ha retirado aviones, ha reducido capacidad y ha dado compensaciones y jubilaciones anticipadas a 18.000 empleados. Así, ha logrado disminuir el consumo de caja, pero debe continuar con los ajustes, porque aún quema 15,31 millones al día. Eso sí, también ha llegado a una alianza estratégica con Latam Airlines, que ha incluido la compra del 20% de dicha compañía aérea. 

La crisis del coronavirus también ha afectado a los fabricantes aeronáuticos, sobre todo, para los dos principales (Boeing y Airbus). Eso sí, este último ha tenido una alegría: la Organización Mundial del Comercio (OMC) ha dado la razón a la Unión Europea en el litigio por las ayudas irregulares a Boeing y le autoriza a que pueda castigar con aranceles de hasta 3.400 millones anuales a EEUU. Al hilo del fallo, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, espera que “nos de una oportunidad para que se abra una vía de negociación tras el 3 de noviembre (elecciones presidenciales de EEUU) que permita la eliminación de aranceles”, según ha declarado a RTVE.