• Es consejero independiente, cuando podía haberlo sido dominical, pero como representante de Alba.
  • La nueva salida de los March (0,22%) de ACS está relacionada con el interés de comprar el 8% de AENA en la OPV.
  • El ascenso de Abril Martorell no sería inmediato, teniendo en cuenta que estamos en plena privatización parcial.
  • Ana Pastor, empeñada en sacar adelante alguno de sus proyectos de la legislatura, sigue confiando en Vargas.
  • El distanciamiento entre los March y Florentino es inexorable: en noviembre se libró de su principal incordio: Juan March de la Lastra.

La salida de Juan March de la Lastra en noviembre del consejo de ACS como representante de los March, primer accionista del grupo que preside Florentino Pérez, encajaba dentro del distanciamiento entre los dos grupos. Dos referencias: 1) los March llegaron a controlar un 22% de la constructora, cuando su participación actual es inferior al 14% y 2) Juan March de la Lastra era el principal incordio de Florentino: el único que podría enervar al empresario en el consejo, se decía en ACS. Ahora, la Corporación Alba ha comunicado a la CNMV que vende otro 0,22% de ACS. No es una cantidad importante, pero se encuadra dentro de su lenta pero inexorable huida de Florentino: a finales de mayo colocó otro 1% de la constructora a un precio de 22 euros por título. La venta ahora es de un 0,22% (por 21,5 millones de euros) ha sido a 31,05 euros por acción. Pero esta venta, pequeña, abre las puertas a nuevas reducciones de capital por parte de Alba que están directamente relacionadas con su interés por comprar una participación del 8% en la OPV de AENA… y algo más: la colocación de uno de sus hombres de confianza, Fernando Abril Martorell (en la imagen), como sucesor de José Manuel Vargas, presidente ejecutivo de AENA. Tras la venta del 0,22%, Alba tiene un 13,6% en ACS y el resto de accionistas significativos son Florentino Pérez (12,52%), Corporación Financiera Alcor (9,05%) e Iberostar (5%).

Hay que tener en cuenta que Fernando Abril Martorell entró en el consejo de AENA como consejero independiente tras dimitir de su puesto en el consejo de Banca March por incompatibilidad. Los March lo podían haber nombrado consejero de AENA en representación suya, como consejero dominical.

La maniobra entra dentro de una estrategia probable, que ha podido tener en cuenta Moncloa, y en concreto, el director de la Oficina Económica, Álvaro Nadal: es más fácil acceder a la presidencia de AENA (o a consejero delegado), en sustitución de Vargas, como consejero independiente que como consejero dominical de Alba. El ascenso de Abril Martorell, en cualquier caso, no sería inmediato, teniendo en cuenta que estamos en plena OPV del gestor aeroportuario, en ese proceso los cambios no proceden. La ministra de Fomento, Ana Pastor, no obstante, sigue confiando en Vargas, del mismo modo que está empeñada en que se plasme alguno de sus proyectos de la legislatura (no sólo está AENA en esa lista: también están la solución a las autopistas en quiebra o la liberalización del AVE).

La ministra Pastor dio ayer jueves algunos de los detalles de la aprobación, con dos meses de retraso sobre el calendario previsto, para la colocación del 49% de AENA, que ha estado rodeada de no pocas interrogantes y, sobre todo, la respuesta al porqué Vargas valoró en 4.500 millones el precio de la compañía que ahora se vende por más de 8.000 millones.

Ana Pastor ha destacado que AENA pasó en 2014 de pérdidas a beneficios, que será el primer gestor aeroportuario internacional, con 196 millones de pasajeros (134 millones de ellos extranjeros), que coordina 46 aeropuertos y participa en la gestión de otro 15. La OPV será en dos fases: la colocación del 21% entre socios de referencia (Alba, Ferrovial y el fondo británico TCI) y el 28% saldrá a bolsa el 11 de febrero. La congelación de tarifas dudará diez años y el precio se determinará con el acuerdo de los bancos colocadores y ENAIRE.

La semana pasada, que casualidad, AENA volvía a valer más otra vez. Tras la reunión, el 15 de enero, del gestor aeroportuario con el equipo de bancos, la empresa elevó la valoración de la compañía: el precio será entre 6.225 y 8.025 millones de euros, dentro de la horquilla que consideraba adecuada el director de la Oficina Económica de Moncloa y presidente de ENAIRE, Álvaro Nadal, aunque al principio detuvo la privatización pues no quería que el precio del gestor aeroportuario fuera inferior a 8.000 millones.  

Rafael Esparza

rafael@hispanidad.com