• En defensa de su José Manuel Vargas y en perjuicio de Marín Quemada.
  • Un Ministerio contra un regulador: guerra civil institucional.
  • Y encima el fondo especulativo TCI se envalentona y pide impugnar la resolución de la CNMC.
  • Es cierto que Competencia no tiene por objeto fijar precios... pero sí puede hacerlo cuando un operador funciona como monopolio de hecho.
  • Es igual, Pastor está en carrera política para sustituir a Soraya como vicepresidenta y eso bien merece poner el Estado patas arriba.
Increíble pero cierto, mañana del miércoles, la ministra de Fomento, Ana Pastor (en la imagen), asegura que los servicios jurídicos de Fomento y los de AENA, estudian recurrir  el informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Un ente institucional, un Ministerio propietario de una empresa pública, contra otro ente institucional, el regulador de los mercados y la competencia. No está mal. Es decir, todo en defensa de su discutido José Manuel Vargas, al frente de AENA, y contra un organismo sobre cuya independencia la ministra Pastor debía velar. ¿Por qué todo este lío? Pues porque el organismo, en pocas palabras, ha dicho que AENA contabiliza mal y que podría rebajar las tarifas (las tiene congeladas por 10 años) si lo hiciera bien. Es cierto que un organismo que vela por la libre Competencia no se dedica a poner precios, ni tan siquiera indicativos... salvo cuando el operador funciona en régimen de práctico monopolio, como es el caso de AENA. Pero lo peligroso no es que los afectados -el snob fondo TCI o la propia AENA- amenacen con recurrir sus dictámenes o incluso acudir a los tribunales. Lo peligroso es que, desde la salvaguarda de la independencia de la CNMC, que son el Gobierno y el Parlamento de la nación, se anime a desprestigiar al regulador de la competencia. Y es que Ana Pastor está enloquecida: quiere ser vicepresidenta en lugar de la vicepresidenta Soraya, de la misma forma que ésta quiere ser presidenta en lugar del presidente y hasta califa en lugar del califa. Y entonces es que cuando hasta procede tirar piedras contra el propio tejado, contra el mismo Estado. Eulogio López eulogio@hispanidad.com