• Cerca de 2.000 millones ha reclamado ¡Oh capitán, mi capitán!
  • El último agravio es la demanda de 600 millones de euros por el cierre de la desaladora de Escombreras (Murcia), cuya construcción sólo le costó 125 millones.
  • La concesionaria TP Ferro (propiedad de ACS y Eiffage) tiene una deuda de 460 millones, que podrían exigir al gobierno español y al francés.
  • Uno de los episodios más sonados fue la indemnización que recibió ACS por el almacén de gas Castor, que ascendió a 1.350 millones.
Los españoles sabemos que la letra pequeña de los contratos es importante, pero cobra aún mayor transcendencia si se trata de un contrato entre ACS y la Administración. Y es que los contratos firmados con la compañía que preside Florentino Pérez (en la imagen) nos han salido muy caros a los españoles. Y es que ¡Oh capitán, mi capitán! ya ha reclamado al Estado, es decir, a los españoles, casi 2.000 millones de euros. El último agravio es la demanda de 600 millones por el cierre de la desaladora de Escombreras (Murcia), según informa elEconomista. Una muestra más de la caradura y la 'jeta' de Florentino, pues la construcción de la desaladora sólo le costó 125 millones. Este proyecto situado a tan sólo 20 kilómetros al sur de Cartagena se iba a encargar de suministrar agua al 'macrocomplejo' urbanístico Novo Cartagho -formado por 10.000 viviendas-, que a día de hoy no existe. Pero la desaladora tiene unas pérdidas de 13 millones y el Gobierno regional está estudiando su cierre. Sin embargo, ¡Oh capitán, mi capitán! se ha sabido guardar muy bien las espaldas, pues él nunca pierde. Y es que en el contrato de la desaladora de Escombreras se aseguró el pago de 500 millones hasta 2034 en concepto de explotación. Pero también incluyó una cláusula indemnizatoria de 559 millones en el caso de que el gobierno de Murcia rescindiera el contrato. Dicha cifra es la que ACS reclama ahora, aunque algo inflada: ha añadido 41 millones 'extras' por su cara bonita. Otro escándalo. La concesionaria TP Ferro, propiedad a partes iguales de ACS y de la francesa Eiffage, encargada de construir el túnel del AVE bajo los Pirineos que une España y Francia, entró hace unos días en concurso de acreedores. Y es que ni los bancos ni los gobiernos español o galo lograron un acuerdo para reestructurar su deuda, que asciende a 460 millones. Una cifra que ACS podría exigir a los gobiernos de ambos países, pues ya sabemos que Florentino no pierde nunca, pero no le importa sangrar a los españoles e incluso a los franceses. En el túnel del AVE bajo los Pirineos se han invertido ya 1.000 millones, de los cuales 600 son de dinero público. Además, se debe destacar que por el retraso en su puesta en funcionamiento (un año después de lo previsto) y no poder cobrar el canon por ejecutar el servicio, el Ejecutivo Rajoy pagó a TP Ferro 109 millones, lo que supondría 54,5 millones para ACS. Pero sin duda uno de los episodios más sonados y uno de los mayores agravios fue la indemnización que recibió la compañía que preside Florentino Pérez por el almacén de gas Castor, que ascendió a 1.350 millones. Un proyecto que ACS se adjudicó siendo presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, con el que nos metió a todos los españoles un golazo en forma de blindaje en la letra pequeña del contrato. Cristina Martín cristina@hispanidad.com