Acerinox celebra este año su 50 aniversario y lo hace en tiempos difíciles por la pandemia del coronavirus. Y es que ha ganado 31 millones de euros hasta septiembre, un 73% menos que hace un año, y ha elevado la deuda financiera neta un 44%, pero mantiene el dividendo (0,40 euros por acción, al que sumará 0,10 euros en devolución de prima de emisión), como aprobó la Junta de Accionistas la semana pasada.

El fabricante de acero inoxidable que preside Rafael Miranda y tiene como CEO a Bernardo Velázquez se ha visto afectado por el deterioro de los activos de la malaya Bahru Stainless, compañía que incorporó en 2009 y de la que controla un 98%. Este deterioro se puede cuantificar en 43 millones. Por su parte, el Ebitda ajustado ha caído un 8%, a 267 millones, por la integración de la alemana VDM Metals, a pesar de la reducción de costes. Además, VDM Metals también ha provocado un aumento del apalancamiento en un 44%: la deuda financiera neta ha pasado de 582 millones a 841 millones en un año, de los que 398 millones corresponden a la citada compañía alemana.

Acerinox ha tenido una facturación de 3.451 millones (-6%) y la producción bajó un 9%, hasta 1,5 millones de toneladas. Todo ello, a pesar de que en el tercer trimestre, ganó 28 millones (frente a las pérdidas de 26 millones entre abril y junio) y la producción se disparó un 21%. Aunque a la hora de las previsiones, considera que la visibilidad es limitada. Eso sí, el accionariado se mantiene fuerte: Corporación Financiera Alba es el principal, con una participación del 18,958%; seguido de Nippon Steel (15,494%), que el pasado agosto dejó de participar en la gestión.