• Beltrán de la Lastra (Bestinver), en mayo: "Ni tenemos ni tendremos acciones de Acciona".
  • Este viernes, Acciona y Bestinver firman un acuerdo para la gestión de 3,3 millones de euros de autocartera.
  • La operación no gusta a los reguladores: la autocartera se utiliza para beneficiar al gran accionista en detrimento del pequeño.
José Manuel Entrecanales (en la imagen) siempre ha declarado –no en público, pero sí en círculos más o menos próximos- que no le preocupa la actual generación familiar, dueña de Acciona. Lo que le preocupa es el devenir de la compañía cuando sus hijos estén al frente del grupo. Es el sino de las empresas familiares y Acciona lo es. Una forma de controlar una sociedad cotizada es a través de la autocartera. Esos títulos, propiedad de la compañía, es decir, de todos los accionistas, pero que sólo gestiona el consejo de administración. A los reguladores no les gusta que haya mucha autocartera porque es habitual que se utilice para beneficiar al máximo accionista, en detrimento del pequeño. Por ejemplo, ejerciendo los derechos de voto que genera esa autocartera. Un verdadero experto en esto de la autocartera es Florentino Pérez, presidente de ACS. Pero estamos con Acciona. Y la noticia es que ha firmado un contrato con Bestinver, su gestora de fondos, para que gestione 48.000 acciones de autocartera, con un importe de 3,3 millones de euros. Según el hecho relevante remitido este viernes a la CNMV, el contrato tendrá una duración de doce meses, prorrogable tácitamente por ambas partes. Efectivamente, no se trata de un gran contrato. Lo significativo del asunto es que en mayo de este año, el primer ejecutivo de Bestinver, el sustituto de Francisco García Paramés (¿recuerdan?), Beltrán de la Lastra soltó la siguiente afirmación: "Ni tenemos ni tendremos acciones de Acciona". Como lo oyen. Pero ojo, es lógico que lo dijera, toda vez que, como hemos explicado, las operaciones con autocartera no gustan a los reguladores. Tampoco que una filial, gestora de fondos, gestione capital de la matriz. Es lo que siempre se ha achacado a la banca. Por lo tanto, las palabras de de la Lastra están bien 'tiradas'. Lo que no es tan lógico es que, apenas mes y medio después, se haya firmado el citado contrato, contraviniendo las palabras de D. Beltrán. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com