• Los equipos de rescate han comenzado a trabajar ya en la zona del siniestro, de difícil acceso, pero hasta el jueves no se rescatará ningún cuerpo.
  • Hollande asegura que "con el apoyo de España y Alemania, arrojaremos toda la luz para conocer la verdad".
  • El primer ministro francés, Manuel Valls, afirma que el avión está "pulverizado" y que el trabajo de los médicos forenses será "extremadamente largo y difícil".
  • Desde la matriz de esta compañía aérea, Lufthansa, señalan que el accidente es "inexplicable", pues el avión "estaba bien", pero ha puesto de manifiesto que "la seguridad en la aviación no está garantizada".
  • En el primer día de luto oficial de los tres decretados en España, se condenan los mensajes ofensivos a las víctimas en las redes sociales y se inicia una investigación.

Este miércoles se vive una nueva jornada de shock y tristeza tras el accidente aéreo que se cobró la vida de 150 personas en la mañana del pasado martes, debido a que el Airbus A320 de Germanwings en el que viajaban se estrelló en los Alpes franceses. Los presidentes de los tres países más afectados (España, Alemania y Francia), Mariano Rajoy, Angela Merkel y François Hollande, se han reunido en Seyne-les-Alpes, donde está situado el cuartel general del amplio dispositivo de rescate.

Hollande ha transmitido una vez más sus condolencias y ha querido remarcar la gran eficacia y solidaridad de los equipos de rescate franceses que se pusieron a trabajar inmediatamente, aunque "no ha habido posibilidades de salvar a nadie". Con el apoyo de España y Alemania, "arrojaremos toda la luz para conocer la verdad de esta catástrofe". Merkel ha mandado fuerzas a todas las personas que están trabajando en el dispositivo, así como a los familiares "en estas horas complicadas", en las que "la amistad franco-alemana sigue patente". Por su parte, Rajoy también ha transmitido sus condolencias y ha señalado que quieren acompañar a los familiares de las víctimas en su dolor, "que sepan que estamos con ellos". "Vamos a trabajar todos juntos y a estar a la altura de las circunstancias", ha añadido.

Los equipos de rescate han comenzado a trabajar ya en la zona del siniestro, que es de difícil acceso, pero hasta el jueves no se rescatará ningún cuerpo. Las tareas llevadas a cabo han sido garantizar la seguridad de los rescatadores, localizar los cuerpos y buscar la segunda caja negra, ya que la primera (en la imagen) -que contenía el registrador de voces en cabina- se halló en la tarde del martes y ya ha comenzado a analizarse.

Son muchas las incógnitas por resolverse. ¿Por qué el avión descendió durante ocho minutos antes de estrellarse? Algunas hipótesis que se barajan hablan de una posible despresurización de la cabina y otras de un fallo en los sensores externos del avión, los cuales podrían haber mandado información errónea al ordenador del aparato. La torre de control de Provenza advirtió el descenso injustificado de la aeronave y trató de contactar hasta tres veces consecutivas con los pilotos sin conseguirlo.

Los restos del avión, que está "pulverizado", según ha afirmado el primer ministro francés, Manuel Valls, se encuentran dispersos a lo largo de cuatro hectáreas. Por ello el trabajo de los médicos forenses será "extremadamente largo y difícil". Además se ha puesto en marcha el dispositivo para atender a los familiares que lleguen hasta la localidad de Seyne-les-Alpes para conocer de primera mano toda la información.

El presidente de Lufthansa -matriz de Germanwings, Carsten Spohr, ha señalado que el accidente es "inexplicable", pues el avión "estaba bien", pero ha puesto de manifiesto que "la seguridad en la aviación no está garantizada". Además ha referido que los trabajadores de la compañía aérea germana están "en estado de shock", pues en sus 60 años de historia "siempre hemos dicho que la seguridad es nuestra principal prioridad".

En España, en el primer día de luto oficial de los tres decretados, se han sucedido numerosas concentraciones y minutos de silencio. Se ha celebrado la segunda reunión del gabinete de crisis, que ha sido presidido por la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. A su término, han comparecido ante los medios el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, y también el de Seguridad, Francisco Martínez. El primero ha destacado que van a reforzar el consulado de Marsella y la declaración conjunta que harían por la tarde Rajoy y sus homólogos alemán y francés. Por su parte, Martínez ha puesto el acento en el dato provisional de víctimas españolas, que en ese momento ascendía a 49, aunque horas más tarde subió a 51. Pero ha habido un baile de cifras, pues el gerente de Germanwings, Thomas Winkelmann, ha hablado de 35.

Sin embargo, la cifra que maneja el Gobierno español es la que parece más fiable. Su identificación de pasajeros ha sido posible gracias a la información que han aportado los familiares al dispositivo conjunto formado por Policía Nacional, Guardia Civil y Mossos d'Esquadra, y que está coordinado por el Ministerio del Interior.

Francisco Martínez también ha condenado los mensajes ofensivos contra las víctimas que se han vertido en las redes sociales, los cuales son una muestra de "crueldad" y también "pueden ser constitutivos de delito". Por ello, se ha iniciado una investigación al respecto, para identificar el origen y los autores de tales mensajes, tal y como pedía esta mañana el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.

El presidente de la Generalitad de Cataluña, Artur Mas, que ha viajado con Rajoy a Seyne-les-Alpes, ha anunciado esta mañana que también se analizarán las imágenes del embarque y del despegue del avión. Algo que se hace en sucesos similares.

Un día después de esta tragedia aérea aún quedan muchas incógnitas por resolver y llevar a cabo el rescate de los cuerpos. Lo único indudable es que 150 personas vieron como su vida se truncaba de forma inesperada a bordo de un Airbus A320, en el vuelo 4U9525, que les trasladaba desde Barcelona a Düsseldorf. Dos ciudades que se han convertido en epicentros del dolor de sus familiares y amigos, que nunca olvidarán el triste 24 de marzo de 2015.  

Cristina Martín

cristina@hispanidad.com