• La empresa suiza Genoma retira el anuncio de su producto de diagnóstico prenatal Tranquility por el aluvión de críticas, aunque el daño ya está hecho.
  • La Federación Española de Asociaciones Provida denuncia la ceguera y la falta de sensibilidad hacia el ser humano.
  • Alicia Latorre, presidente de FEAPV, se queja de la presión para que sean abortados el 95% de los niños con síndrome Down y otras enfermedades.
  • "Esta desgraciada campaña nos permite cuestionar públicamente el diagnóstico prenatal con fines eugenésicos y los negocios que propician la muerte de seres humanos", añade.
En algunas ocasiones parece que en el mundo de la publicidad vale todo, pero no es así, con determinadas cosas no se puede jugar y tampoco se pueden usar para obtener un beneficio económico. Tal es el caso de la última campaña de un test prenatal, que no ha dudado en usar la foto de una niña con síndrome de Down para anunciarse, a pesar de que dicho producto es el que permite deshacerse de personas como ella. ¿Dónde ha quedado el respeto? Esta niña es un ser humano como todos los demás. La Federación Española de Asociaciones Provida (FEAPV) ha criticado la ceguera y la falta de sensibilidad hacia el ser humano que ha mostrado la empresa Genoma con esta campaña. En este sentido, en su artículo 'Un se busca que estremece', señala que "a quien se busca es a las personas que aún no han nacido, que tengan alguna posible deficiencia o diferencia, para avisar a tiempo, para poder eliminarlas, ya que se supone que son un horror para cualquier familia y una lacra para la sociedad". Pero claro este fin del test prenatal no sería bien visto si se anuncia de esta manera, por lo que tienen que darle una buena imagen. Y para ello, la empresa suiza no ha dudado en ser cruel y usar la tierna foto de Silvia para anunciar su producto. En concreto, en el cartel se podía leer "Tranquility. El test de ADN fetal no invasivo más completo" (tal y como se puede ver en la imagen). FEAPV señala que los profesionales que han hecho esta irrespetuosa campaña no se han puesto en el lugar de esta niña, ni en el de sus padres, ni en el de las mujeres embarazadas, ni en el de tantas personas de bien. Ante las quejas y las críticas, Genoma ha retirado el anuncio de su test Tranquility. Un gesto que es de agradecer, pero ahora sirve ya de poco porque el daño está hecho. La empresa suiza no ha pedido disculpas, pero ha explicado que "un diagnóstico prenatal preciso, ayuda a los padres a su preparación de cara al nacimiento del bebé como se merece y queremos expresamente huir de cualquier otro tipo de consideración". De ahí que FEAPV afirma que parece ser que lo que "se merecen" el 95% de los niños con síndrome Down y otras enfermedades, es ser eliminados cruelmente de las entrañas de su madre por medio del aborto provocado. La Fundación que preside Alicia Latorre aprovecha la ocasión para recordar que "la noticia de que un hijo está enfermo, raras veces se da a los padres en un clima de afecto, de ofrecimiento de ayuda y de acompañamiento". Por ello muchos padres se encuentran agobiados, sobrepasados, con miedo y toman una decisión rápida, "recetada" en ocasiones dentro de un inhumano protocolo, a pesar de que lo que está en juego es la vida de un ser humano porque todo no nacido es una persona. Latorre reitera que los que defienden la vida y la dignidad en todas las etapas y circunstancias del ser humano no dejarán "que se normalice lo que, objetivamente, no es bueno". Pero apunta que "de todo puede sacarse algo positivo y esta desgraciada campaña nos permite cuestionar públicamente el diagnóstico prenatal con fines eugenésicos y los negocios que propician la muerte de seres humanos". Cristina Martín cristina@hispanidad.com