No hablamos mucho de aborto: hablamos poquísimo. Es más, hablar de aborto se ha convertido en un asunto tabú, por ejemplo, en medios periodísticos.

Bueno, salvo que se quiera hablar de derecho al aborto, naturalmente. En ese momento, se produce la carrera por quién es más progre, más ‘modelno’, esto es, más infanticida.

Y así, el viernes 8 nos encontramos con tertulianos de RTVE –donde reina el pluralismo, desde que llegara al PSOE– que comentaban las tontainas palabras de Pablo Casado, presidente del PP, sobre el aborto. Y allí salieron todos los tópicos y todas las mentiras.

Mientras, la clase periodística asume el repugnante concepto del “derecho a matar”

¿Queda algún provida en la clase periodística española? No. ¿Todos creen en el aborto? No, pero les ocurre lo mismo que a Casado: son unos cobardes.

Los periodistas presuntamente conservadores hablaban de que Casado pretendía ocupar el espacio de Vox (brillante), mientras que los progres se referían al derecho al aborto. Ya saben: una mujer mata, o hace matar, a su hijo en sus propias entrañas. Y eso, mismamente esa infamia, supone un “derecho de la mujer”.

Otro aludía a la información que se le proporcionaba a la mujer que pretendía abortar sobre ayudas a la maternidad. Bueno, en España, no se tarda mucho en explicar dichas ayudas, mínimas en nuestro país. Y, además, no se hace tal cosa.

Se trata de un “asunto ideológico” asegura Albert Rivera, en modo progresista funcional

Por último, hubo quien aún fue más sutilmente embustero y aseguró que la ley de 1985 era del siglo XX –eso es muy cierto– y que la ley de supuestos era muy lamentable. Pues si yo fuera abortista, estaría con la de 1985 y no con la de 2010. Aquello sí que era aborto libre, pues se podía abortar hasta un minuto antes del parto, a través del coladero mendaz del supuesto peligro para la salud psíquica de la madre.

En cualquier caso, de todos los llamados debates sobre el aborto, de lo único que no se habla es del aborto, de qué puñetas es un aborto: ejecución del hijo en el seno de su madre a petición de esta (y muchas veces del otro miserable, del padre).

Y como postre de la guinda, a la cobardía de Casado hay que unir la necedad de líder de Ciudadanos.

Sigamos hablando de aborto: que no se duerman nuestras conciencias

Se trata de un “asunto ideológico” asegura Albert Rivera en modo progresista funcional. ¿El aborto un asunto ideológico? Y del siglo XX. Y en eso tiene razón: la ley de 1985, insisto, es del siglo XX. Bueno, tengo que consultarlo en Wikipedia, pero casi seguro que sí.

Abortistas: sois todos unos grandísimos hipócritas. Abortistas de derechas: sois unos hipócritas cobardones.

Sigamos hablando de aborto, una y otra vez, de continuo, en la era más abortera de la historia de la humanidad. Que no se duerman nuestras conciencias.

Esta batalla, por el ser tan inocente y más indefenso, merece la pena. Además, una sociedad que perpetra y promociona el aborto está muerta.