- La concesionaria quiere invertir en Iberoamérica pero no en las autopistas mexicanas de Villar Mir.
- Mientras, la constructora eleva un 5,1% su beneficio en el país azteca.
- Pero el problema de OHL no es de números sino de reputación corporativa.
Contra el vicio de pedir, la virtud de no dar. Es lo que está aplicando
Abertis ante la insistencia de
OHL para venderle las autopistas que tiene en México. Efectivamente, la empresa que dirige
Francisco Reynés quiere crecer en Iberoamérica, pero no quiere hacerlo comprando los activos que le ofrece
Juan Miguel Villar Mir (
en la imagen) en el país azteca. Son autopistas que, a diferencia de las brasileñas y chilenas, arrastran una deuda difícil de sostener.
La decisión de
Abertis es firme y no ha variado después de conocer los
resultados de OHL México en 2015, publicados este martes. Resumiendo: el beneficio aumentó un 5,1%, hasta alcanzar los 378,8 millones de euros, gracias a la reducción de los gastos. De hecho, la facturación descendió un 10% y no superó los 762,4 millones de euros.
Eso sí, los ingresos por los peajes de las autopistas crecieron un 26,2%, ya que las seis vías que gestiona
OHL México elevaron su volumen de tráfico con aumentos que van desde el 10,1% hasta el 27,7%. Con todo, la buena evolución de las
concesiones no compensó la caída de la facturación de la división de
construcción, que se desplomó un 79,5%.
La clave de las cuentas anuales de la filial mexicana de
OHL está, pues, en los gastos, que se redujeron un 25,9%, hasta los 137 millones de euros.
Pero el problema que tiene
Villar Mir en México no está en los números sino en la
reputación corporativa. Es decir, es un problema más profundo y más difícil de solucionar. Además, afecta a todo el grupo y no sólo a la filial mexicana. Pago de presuntas comisiones ilegales a miembros del PP, presunto acoso sexual del yerno de
Villar Mir, Javier López Madrid, a una doctora... Cierto es que todo está en fase 'presunta', ha sido desmentido por la compañía y podría quedar en nada. Pero también es cierto que son demasiados frentes abiertos, y todos al mismo tiempo.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com