• Se trata de la filial de informática de Abengoa, Simosa IT (SIT).
  • Doble sorpresa: la premura del juez para la citación en Navidad.
  • Y el hecho de citar directamente a Gonzalo Urquijo.
  • Es la primera vez que el presidente de Abengoa acude a una citación al margen del concurso de acreedores.
La vista se celebrará el miércoles 27 de diciembre en el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Sevilla. Titular, Pedro Márquez Rubio. La historia es la siguiente: la filial de informática de Abengoa, Simosa IT (SIT), se libró del concurso de acreedores de la etapa anterior gracias a que logró atar su proceso de refinanciación con su pasivo financiero. Al final, salió indemne a pesar de llevar años sin pagar a sus acreedores comerciales, tal y como ha reconocido la propia filial en diversas cartas remitidas a sus acreedores. La situación de SIT no ha variado durante la crisis de Abengoa. Se trata de una filial muy importante: es el soporte informático de todo el grupo. Así, los impagos de SIT a sus proveedores es un problema que ha ido arrastrando la compañía hasta ahora, momento en el que Stratesys, acreedor estratégico de SIT y asesorado por el despacho Carles Cuesta Abogados, ha llevado el asunto a los tribunales. La decisión del juez ha sorprendido y mucho. Por un lado, por su premura. Nadie cita un 27 de diciembre, en plena semana de Navidad, a no ser por una causa excepcional. Pero también ha sorprendido el hecho de que haya solicitado directamente la declaración de Gonzalo Urquijo (en la imagen). Es la primera vez que el presidente actual de Abengoa acude a una citación al margen del concurso de acreedores de la etapa anterior. Lo cierto es que ha tenido que interrumpir sus vacaciones para afrontar una vista que puede ser crucial. Y es que, desde el bufete de abogados solicitan que se declare insolvente la filial de Abengoa. Además, y esto es lo más novedoso, apuntan a la responsabilidad de la propia Abengoa y de su actual Consejo de Administración. Por último, plantean al juez que el proceso de refinanciación con los bancos pudo tratarse de un fraude de ley por, presuntamente, aparentar una falsa solvencia. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com