• La yieldco perdió 90 millones en 2017 por los impuestos (también por cambio de propiedad) y la reforma Trump.
  • Pero aumenta un 4% facturación, mantiene el Ebitda y dispone de 137 millones para los accionistas. En bolsa cae un 1,5%.
  • Ve con buenos ojos al nuevo socio, Algonquin (25%), mientras Abengoa piensa en la venta del 16,5% restante.
  • El acuerdo de Abengoa y la canadiense es claro: yo pongo cabeza (ingenieros) y tú la financiación.

Abengoa está pendiente de Atlantica Yield (en la imagen el consejero delegado, Santiago Seage) y ésta de Abengoa por el 16,5% del capital que todavía no ha vendido. Tiempo al tiempo. En este contexto, la yieldco ha presentado, este miércoles, sus resultados de 2017, en el que contabiliza unas pérdidas de 111,8 millones de dólares (unos 90 millones de euros), como consecuencia del impuesto sobre ingresos (que incluye el impacto del cambio de propiedad) y la reforma fiscal de Trump. La ex filial de Abengoa, no obstante, opta por poner la mejor cara, al destacar un aumento de los ingresos del 4%, hasta 1.008,38 millones de dólares (unos 812 millones en euros), con un Ebitda de 786,5 millones de dólares (772,1 millones un año antes), una aportación de cash por operaciones de 385,6 millones ( 15%) y un disponible en caja para los accionistas de 170,6 millones de dólares (unos 170 millones de euros). En bolsa, la reacción es una caída en torno al 1,5%, hasta 20,07 dólares por acción. Aumenta el dividendo, en concreto, un 58%, hasta 1,11 dólares por acción, tras los 0,31 dólares correspondientes al último trimestre. La rentabilidad es del 6%. Para 2018, prevé un Ebitda de 820 millones y situar el dividendo en 190 millones de dólares. Atlantica Yield destaca el buen resultado en renovables, sobre todo en el último trimestre, especialmente en energía solar, con un aumento en la producción eléctrica del 18% (en EEUU y España). Con la entrada del fondo canadiense Algonquin con el 25%, comprado a Abengoa, prevé adquirir activos por 200 millones y seguir aumentando el dividendo entre un 8% y un 10% anual. Para Abengoa, sin embargo, las opciones con la nueva sociedad creada con Algonquin (Algonquin Global Energy Solutions), también están claras. Uno de los activos principales de empresa que preside Gonzalo Urquijo está en sus ingenieros, a los que la canadiense contribuirá con financiación para los contratos. Abengoa no está para caprichos, como quien dice; es decir, tiene que limitar al máximo el endeudamiento mientras va cumpliendo con los acreedores que firmaron el plan de reestructuración. Rafael Esparza