• Ojo, pero con dos condiciones: que los proveedores acepten un retraso en los pagos por 50 millones y que el ICO aporte 20 millones.
  • Los fondos de inversión han dicho que no a cualquier inyección de dinero en el grupo andaluz.
  • Todos coinciden en que Abengoa es insalvable y KPMG habla de una deuda global de 25.000 millones.
  • El Gobierno, sin embargo, sigue presionado: no quiere un concurso de acreedores antes del domingo.
Vaya por delante que ayer lunes no hubo acuerdo en la reunión vespertina entre la banca acreedora y Abengoa. No sólo eso: nada apunta a que pueda haberlo en la reunión vespertina de este martes. Y es más: volverá a ocurrir lo mismo también mañana, en la tercera reunión entre las partes. Toca hablar, sin embargo. Que no sea por falta de eso y de seguir poniendo cifras sobre la mesa. Ahora bien, para poco más -esa es la realidad- que para salvar el problema más inmediato (un peligro, decíamos ayer): el pago a los trabajadores de las nóminas de diciembre. De ahí en nerviosismo de los trabajadores del centro de trabajo sevillano de Palmas Altas (en la imagen). Es sobre horizonte, tan corto, sobre el que los bancos plantean su única oferta. Están dispuestos a poner 115 millones de euros, pero con dos condiciones draconianas. La primera, que los proveedores acepten un retraso de 50 millones de euros en los pagos que les corresponde cobrar de Abengoa. Son los principales afectados por la deuda, después de los bancos, pero les tocará esperar. Y la segunda, que el Instituto de Crédito Oficial (ICO) inyecte 20 millones de euros. Es ese marco en el que discurren ahora las conversiones, nada halagüeñas, como pueden imaginar, sobre el futuro del grupo andaluz. En otras palabras, los bancos vuelven a pensar en lo suyo, en forma de impacto en sus balances. Y tienen en cuenta, desde ese ángulo, las provisiones. De ahí que no contemplen ninguna firma sobre nada con Abengoa antes de 2016. Si lo hicieran, tendrían que provisionar entre el 20% y el 25% del crédito. También los fondos de inversión, a pesar de lo que se ha publicado, han dicho que no a Abengoa para una inyección de liquidez. Era la hipótesis manejada hasta ahora: que pusieran 100 millones de euros antes de cualquier paso adelante de los bancos. Los fondos no han querido entrar, entre otras cosas porque ya están bastante pillados como bonistas de Abengoa y tampoco quieren arriesgar más. Recuerden que Abengoa Yield, la filial americana, no podía servir como garantía a los bancos precisamente por ese motivo. ¿Qué late, en el fondo, después de todo la expuesto? En román paladino, las dudas sobre la propia supervivencia del grupo andaluz, en lo que coinciden todos, al margen del protagonismo que tengan en las negociaciones. ¿Por qué no lo concretan, en consecuencia, con toda su crudeza? Por la oportunidad del momento, en el que juega, no poco, la presión social. También opina lo mismo sobre ese futuro negro KPMG, encargada por los bancos para elaborar el mapa de deuda. La auditora habla de una deuda global de 25.000 millones de euros, cuando el Ebitda (resultado bruto de explotación) es de 891 millones, según los resultados al cierre de septiembre. En otras palabras, el endeudamiento equivale a algo menos de 28 veces el Ebitda. Ya explicábamos ayer lunes, además, las dificultades que están encontrado KPMG para redactar ese informe por la complejidad interna y societaria de Abengoa. Podría entregarlo, pero sin asegurar un rigor al 100%. En su mapa de deuda quiere que aparezca todo: por países, activos, sectores, matriz y filiales. Pero lo más importante ahora, como señalaba anteriormente, es el pago de las nóminas de diciembre, para lo que se libra una batalla contra reloj. La suspensión de pagos, si llega, queda aplazada para 2016. Para evitarlo en el inmediato presente juega la banca, como les hemos explicado, para no dañar con las provisiones sus cuentas de 2015, pero también el Gobierno, que no quiere un concurso de acreedores de Abengoa ni en pintura antes del domingo. Si llega que llegue, pero después de las elecciones generales. Rafael Esparza rafael@hispanidad.com