Abengoa ha culminado con éxito el encendido de la turbina de gas de la planta de cogeneración mexicana Tercer Tren o A3T, un buen paso, sin duda, para el desarrollo de esa planta, aunque el mejor será culminar la venta posterior y lo que obtenga con esa operación para pagar deuda, como ha ocurrido con la ya cerrada venta de su ex filial Atlantica Yield. Hablamos de más de 500 millones.

Abengoa ya liberó los fondos necesarios para terminar la planta con el visto bueno de los acreedores, que siguen sin alcanzar un acuerdo para resolver el interrogante que terminen con el pleito de los bonistas que impugnaron el plan de reestructuración.

Más del 75% de la producción de la planta mexicana ya está comprometida mediante contratos de compraventa para los próximos años

Que la central reciba gas y genere electricidad es clave para la comercialización posterior de energía producida -prevista para el cuarto trimestre- entre clientes del sector industrial local. De hecho, más del 75% de la producción ya está comprometida mediante contratos de compraventa durante próximos años.

El paso siguiente en la etapa de prueba de la central será la sincronización de la turbina de gas y de vapor y mejorar así el rendimiento de la planta, con una capacidad garantizada de 220 megavatios (MW).

Lo más importante, con todo, será culminar la desinversión en la planta y el dinero que pague el comprador, que puede ser, como en el caso de Atlantica Yield, el fondo canadiense  Algonquin. El Tercer Tren es la segunda joya de la corona, después de Atlantica Yield, en el plan de desinversiones de la ingeniería. Con los canadienses, además, ha sellado ya una alianza estratégica, a través de la sociedad conjunta AAGES, con el objetivo de aumentar la cartera sin aumentar el riesgo financiero (más deuda).