• En bolsa, el comportamiento de la ingeniería es raquítico, entre altibajos, desde abril.
  • Las desinversiones se combinan con nuevos proyectos, como su tercera planta termosolar en Sudáfrica.
  • Pero el punto de inflexión será la venta de Atlantica Yield, despejada, y el siguiente paso, la de la planta mexicana ATC.
  • Los planes de Urquijo siguen atados a dos máximas: mínimo riesgo y nada de apalacamiento.
Abengoa es penalizada en bolsa, este miércoles, pese al anuncio de que ya tiene luz verde a su tercera planta termosolar en Sudáfrica, interpretada por el presidente de la ingeniería andaluza, Gonzalo Urquijo, como otro "paso firme" que afianza internacionalmente a la compañía. Así es y no es el primer signo en ese sentido, pero el gesto no se traslada a bolsa, que contradice así el efecto a anuncios de contratos de ese tipo. Las acciones que cotizan, las A y B, siguen donde estaban en abril, salvo altibajos puntuales. En 0,04 euros las de clase A y en 0,015 las de clase B., tras perder un 2,5% y 6,5% respectivamente. Dicho de otro modo, la volatilidad sigue instalada en el valor. La tercera planta termosolar en Sudáfrica es Xina Solar One, según el comunicado de la empresa, con 100 megawatios de potencia (energía para 95.000 hogares cuando comience a funcionar), y junto a las otras conforma la mayor plataforma solar del África subsahariana, en un país muy dependiente de los combustibles fósiles. El proyecto es uno más, en ese pasito a pasito de Abengoa, que se suma a otros adjudicados este año en Arabia Saudí, Chile, Argentina, México, Uruguay, Reino Unido, Lituania y Bélgica, con el mismo criterio, básicamente: minimizar los riesgos de ejecución, por el volumen de los precios, y en energía, básicamente las renovables, de donde espera lograr un 35% de la facturación del grupo en tres años. El segundo pilar en la estrategia de Urquijo está en las desinversiones, que aportan dinero a caja y recortan deuda incluida en el pacto de acreedores. Es la razón de la venta pasada, entre otras, del negocio de biotanol o de activos en Ghana e India (desaladoras), Argelia (un ciclo combinado) o México y Brasil (líneas de transformación). Pero los dos grandes activos, como saben, con los que espera marcar un antes y un después son el 41,5% de Atlantica Yield y la planta de cogeneración mexicana, el Tercer Tren (AT3). Respecto al primero, ultima la operación para embolsarse 900 millones de euros, con una prima del 12% sobre el precio medio de cotización. Ya les informamos que los mejor situados son los fondos Starwood y Algonquin, sobre todo el primero que ya hizo una operación con Atlantica, por delante de Blackrock y Brookfield. Respecto a la planta de cogeneración de México, los planes de Urquijo son venderla en un año. La planta, eso sí, exige una inversión de 200 millones procedentes del programa de refinanciación. Será vendida una vez que esté construida. Hacerlo antes sería un desastre por la depreciación del activo. Rafael Esparza