• A un solo día de que acabe el plazo para recabar el apoyo: necesita la adhesión del 75% de los acreedores.
  • La familia Benjumea brama contra Felipe porque su participación quedará en el 1,5%, si llega.
  • A un día también, el juez de lo Mercantil rechaza las impugnaciones contra la prórroga para evitar el concurso.
  • Quedan fuera del acuerdo, por su perfil asegurador, Zurich Insurance, Greensill Capital y Bancomext.
  • La CNMV multa banco de inversión Jefferies con 150.000 (entre poco y nada) por su operaciones a corto ¡en 2014!
A un día de que venza el plazo dado a los acreedores para que se adhieran al plan de reestructuración, Abengoa ha recabado un apoyo de al menos el 70%, según fuentes de las negociación, lo que ha provocado una cierta euforia tras un fin de semana de infarto. La tecnológica se acerca asía al 75% que necesita. El buzón sigue abierto en la página web del grupo. A un día también de que venza ese plazo, el juez de lo Mercantil número 2 de Sevilla ha desestimado la totalidad de las impugnaciones contra la prórroga de siete meses dado a la empresa para evitar el concurso de acreedores. Esas impugnaciones afectaban a la concurrencia de porcentajes. Sigue adelante, por tanto, el proceso hacia la homologación judicial, cuyo plazo vence el próximo 28 de octubre. Y sobra decir, pero también, que no se alteran los términos del plan de reestructuración firmado en agosto. Han sido aceptadas, sin embargo, las estimaciones planteadas por las entidades Zurich Insurance, Greensill Capital y el mexicano Bancomext, que quedan al margen del acuerdo. Para el resto, se mantienen los términos: una quita del 97% y un giro copernicano en la estructura de propiedad. El 3% restante, sin posibilidad de capitalización, vence en 10 años. En lo esencial, no hay más cambios, tras el desconcierto total el pasado viernes, 21, el mismo día en que se convocó la junta extraordinaria (22 de noviembre) sin la adhesión del 75% de los acreedores. Otra cosa es la batalla que se libra en el interior de la familia Benjumea, a medida que se acerca esa junta, por lo que les va a suponer. Con la nueva estructura societaria, la participación de los actuales accionistas quedará diluida en el 5% (el resto quedará en manos de los acreedores). Ese es el giro copernicano que implica la propuesta de canje para fusionar en una las acciones A y B, que deja en un 1,5% la participación de la familia Benjumea y sus socios en Inversión Corporativa. Por esa razón, braman contra Felipe Benjumea, presidente de Abengoa hasta hace un año, más de lo que lo han hecho hasta ahora. No le perdonan el desaguisado y el daño que se les harán en la junta. Un divorcio familiar en toda regla. La junta decidirá también, cuando ya se haya consumado todo, sobre el nuevo Consejo de Administración, con Gonzalo Urquijo (en la imagen) al frente. La sorpresa relativa ha venido de la multa de 150.000 euros (entre poco y nada) al banco de inversión británico Jefferies por las ventas a corto de acciones B ¡en 2014! (13 y 14 de noviembre, en concreto). Como si no hubiera llovido nada desde entonces. Sumen, si no, las presiones especulativas a corto en el último mes. Necesitarían un millón de dedos en las manos para contarlas. Rafael Esparza