• Propone a la Junta de Accionistas, el 30 de junio, un plan de incentivos a base de más negocio sin deuda.
  • La andaluza ajusta las metas a su realidad (menos perímetro) y a sus obligaciones por la reestructuración.
  • El objetivo: rentabilizar activos, tras las desinversiones, y retener al personal clave.
  • Habrá un 'contrasplit' de las acciones A y B (1 nueva por 100) para reducir el número y limitar la volatilidad.
Abengoa aprovecha la convocatoria de la Junta General de Accionistas, el 30 de junio -que ha comunicado a la CNMV-, para adecuar su mensaje a la realidad de lo que es la ingeniería andaluza y ajustar sus metas estratégicas, teniendo en cuenta las exigencias que debe cumplir tras su reestructuración financiera, que afloró, como punto de despegue, un importante beneficio contable. ¿En que se concreta, básicamente? Tanto en la actualización de los objetivos como en la política de remuneraciones para conseguirlos. Gonzalo Urquijo (en la imagen) ha dejado claro, en ese sentido, dos propósitos. El primero, que aspira a aumentar los ingresos (en 2017, por ejemplo, de 1.500 a 2.500 millones o más) con las herramientas con las que cuenta tras las desinversiones ejecutadas o en curso, como Atlantica Yield o la planta de cogeneración mexicana. Y desde ahí, llegar a la rentabilidad. Dicho de otro modo, juega pero con un perímetro menor, básicamente, energía y renovables, telefonía, tratamiento de agua y mantenimiento. El segundo propósito es mantener al personal. Los recortes ya están hechos y la plantilla actual es la que ha quedado (tras reducirse de más de 21.000 a algo más de 14.000 personas). De ahí, que quede constancia en los documentos enviados a los accionistas el propósito de retener y fidelizar a su personal clave. Entre esos documentos, el de remuneraciones en concreto, detalla un plan de incentivos para 125 directivos hasta 2020, dentro de un nuevo plan estratégico a cuatro años. El requisito, en la línea marcada por Urquijo (riesgo limitado en los proyectos y sin apalacamiento), lo establece el nuevo negocio teniendo en cuenta la deuda bancaria generada (se excluye del cómputo la deuda derivada de la reestructuración). Vamos, que a más actividad con menos deuda, mejor ratio. Los cálculos no tienen referencias concretas salvo en el caso del presidente ejecutivo (es decir, Urquijo). En este caso, "la cifra de referencia para un cumplimiento del 100% de los objetivos" se fija en un 175% de la retribución fija anual (un millón de euros), con lo que le correspondería "una retribución variable plurianual" de 1,75 millones, y si asciende o supera el 120%, 2,62 millones. Otro punto del día, que se someterá al visto bueno de los accionistas, es la agrupación de las acciones A y B (contrasplit). No hablamos de la fusión de los dos tipos de acciones sino reducir el número de acciones que cotizan y limitar a sí la volatilidad en bolsa, como ha ocurrido desde la ampliación de capital. El canje será de 1 acción nueva por cada 100 antiguas (A o B). Y si el accionista no cuenta con acciones múltiplo de 100, puede comprar y vender el excedente en el mercado. El contrasplist no afecta al titular de las acciones. No cambia el capital social y la reducción numérica de títulos se compensa con el incremento del valor nominal de cada uno de ellos. Rafael Esparza