• La 'yieldco' reduce pérdidas en el trimestre y mejora un 7% el resultado de explotación, hasta 150 millones.
  • Y la mejoría repercute en mayores ingresos para Abengoa, para la venta prevista del 41,5%.
  • En bolsa, la cotización nota el pulso, también por los menores riesgos asociados a la antigua matriz.
  • Y además, paga dividendo, a diferencia de hace un año que lo suspendió, por la mejora de disponible de caja.
  • A Abengoa le corresponden 10,56 millones de euros, pero lo gordo llegará con la venta de la participación.
  • El fin último es rebajar el coste de la deuda (25%) por la entrada de dinero nuevo, con Atlantica y, en un año, con la venta de la planta mexicana.
Atlántica Yield se hace eco de Abengoa y Abengoa de Atlantica Yield. Son vasos comunicantes, de momento, mientras la tecnológica andaluza tenga el 41,5% de la yieldco; su principal accionista, en consecuencia. Lo que pasa en una incide en la otra, como en es natural. A Atlantica Yield le ha sentado bien, sobre todo en bolsa, el cierre de la reestructuración de Abengoa, y ésta cobrará el dividendo a mediados de junio. De las dos realidades se da cuenta en los resultados trimestrales presentados ayer lunes por Atlantica Yield. La compañía ha reducido las pérdidas netas a más de la mitad, de 26 millones (14,5 millones de euros) 11,8 millones de dólares (10,6 millones de euros), pero mejora el Ebitda un 7% (de 154,9 a 165 millones de dólares o 150 millones de euros), a pesar de la caída de ingresos (-4%) de 206,4 millones a 198,1 millones de dólares brutos. El margen Ebitda mejora del 75% al 83,3%. Avanza, en consecuencia, en la línea positiva que marcaban los resultados anuales, tanto en ingresos ( 23%) como en Ebitda ( 21,2%). La caída de la cifra de negocio en el trimestre se debe a la fortaleza del dólar frente al euro y la menor producción de la planta sudafricana de Kaxu. Abengoa, sin embargo entra por partida doble. Se beneficiará, por un lado, a diferencia del año pasado, de un dividendo de 0,25 dólares (0,22 euros) por acción. El año pasado por estas fechas fue suspendido -a pesar de que es uno de sus atractivos-, precisamente por la incertidumbre en la antigua matriz. Teniendo en cuenta las 41,5 millones de títulos de Abengoa, la andaluza ingresará por esa vía 10,7 millones de dólares (10,56 millones de euros). La razón, como ha señalado la empresa, está en la mejora de su disponible de caja (CAFD) en el trimestre, hasta 60,9 millones de dólares (frente a los 18,7 millones de hace un año). Pero la otra gran cuestión para Abengoa está en los ingresos que aporte la venta en bloque del 41,5% en Atlantica Yield, para el que busca un comprador. Por tanto, todo lo que mejore Atlantica Yield redunda en beneficio de Abengoa porque vale más. La mejora en la americana está también en consonancia, como reconoce ella misma, en la limitación de riesgos procedentes de Abengoa, por su reestructuración. Basta echar un vistazo a la cotización de sus títulos -al margen de las subidas o bajadas puntuales- para ver la estabilidad creciente desde hace un año. En la mente de Gonzalo Urquijo está ingresar entre 800 y 1.000 millones de dólares. Se ha dado de plazo hasta después de verano y si la oportunidad llega antes, antes. Del mismo modo que, a más distancia -un año- hará lo mismo con la planta de cogeneración mexicana (el Tercer Tren o A3T). En este caso, a diferencia de la yieldco, el valor del activo será mucho mayor en ese plazo, cuando ya esté terminado, que ahora. La razón, en los dos casos, es la misma: acabar con la deuda asociada a la entrada de dinero nuevo en Abengoa, con la que soporta un coste financiero del 25%, cuando los tipos de interés están en mínimos histórico. Fueron las condiciones pactadas cuando Abengoa agonizaba. Ahora ya está lista para el despegue, como han probado los resultados en el primer trimestre. Rafael Esparza