José Luis Ábalos apuesta por la liberalización del AVE, igual que en su día hizo la popular Ana Pastor. El Ministerio de Fomento pisa el acelerador para regular distintos aspectos que ahora dificultan la liberalización del transporte ferroviario de pasajeros, la cual no será otra cosa que privatizar las ganancias y socializar las pérdidas.

Algo que en su día criticaron los socialistas, pero que ahora, desde La Moncloa, ven bien, con el fin de cumplir la orden europea. O sea, que Renfe, o lo que es lo mismo, todos los españoles (puesto que es una empresa pública) pagaremos los números rojos. Y es que como saben, la liberalización entrará en vigor en diciembre de 2020 y no afectará a las Obligaciones de Servicio Público (OSP), es decir, ni a Cercanías ni a Media Distancia, servicios que Renfe seguirá explotando durante otros 15 años, según el último contrato firmado.

La CNMC ha autorizado la unión de Ilsa y Acciona para er el primer operador ferroviario privado que compita con Renfe en el AVE 

Por tanto, Ábalos sólo liberalizará el AVE, que es lo que da dinero, permitiendo que entren competidores privados. El Real-Decreto ley aprobado el pasado diciembre, modificando la Ley Ferroviaria, indica que cualquier empresa con licencia de operador ferroviario y certificado de seguridad puede entrar a prestar servicios en competencia con Renfe. Entre los que cumplen estos requisitos están: Aisa Tren, Alsa Rail, Avanza, CAF, Continental Rail, Ecorail, Ferrovial Rail, FCG Rail, Inter Bus, Ilsa (creada por Carlos Bertomeu y otros socios de Air Nostrum), Low Cost Rail, Motion Rail, Sagales Rail, Socibus, Veloi Rail (propiedad de la familia Lara) y el operador ferroviario público francés SCNF. Y por cierto, Ilsa ha recibido autorización de la CNMC para unirse con Acciona y ser el primer operador ferroviario privado que entre a competir con Renfe; su intención es abarcarlo todo, no sólo el AVE Madrid-Barcelona. 

De cara a la liberalización, Fomento debe regular bastantes aspectos, pues Renfe deberá alquilar trenes a sus rivales y está obligada a ofrecerles labores de mantenimiento, como recoge Cinco Días. Y ojo, no podemos perder de vista el tema de los cánones que se pagan a Adif… por el uso de la infraestructura ferroviaria. 

Paralelamente, Renfe ha licitado el primer contrato de compra de trenes (31 de la extinta Feve y seis Cercanías) por 398 millones de euros, superando la cifra anunciada hace unas semanas: los fabricantes pueden presentar sus ofertas hasta el próximo 14 de marzo. Es es solo el primero de muchos contratos, pues el operador ferroviario tiene un plan de compra de material rodante valorado en 3.000 millones.