Pedro Sánchez cumple este sábado, 1 de junio, un año como presidente del Gobierno tras triunfar la moción de censura contra Mariano Rajoy. Han sido 365 días marcados por la crisis territorial catalana, las múltiples citas electorales y el surgimiento de un escenario de bloques a la izquierda y a la derecha que han dividido el panorama político y que, de alguna manera, han hecho posible un triunfo holgado del PSOE en las elecciones del 28A y un replanteamiento, a lo grande, de la estrategia de pactos.

Y es que, Sánchez lo quiere todo y está sentando las bases para cerrar un pacto nacional con Podemos al mismo tiempo que maniobra para conseguir lo mismo con Ciudadanos en Ayuntamientos y comunidades autónomas.

En los casos de Aragón y Castilla y León, el PSOE va a depender de lo que decida Ciudadanos

Y en este tablero, Pedro Sánchez se ha marcado una línea roja, al menos por ahora, y que pasa por plantearse únicamente la integración de “miembros de otras formaciones” en el próximo Ejecutivo, sin ir más allá y sin, por supuesto, hablar para nada de “coalición”. Este es el eje que ha dibujado Ferraz y en el que coloca los vértices de las negociaciones de cara a la investidura que se prevé para primeros de julio.

El secretario de Organización y ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, el encargado de sentarse a hablar de “lo suyo y de lo de ellos” con otros partidos, fue claro en una entrevista en el programa 'Espejo público' de Antena 3: "De entrada, no nos gusta el término coalición. Nosotros podríamos, en un momento dado, plantearnos la incorporación de miembros de otras formaciones, y en este caso de Podemos, pero desde luego no bajo la fórmula de coalición. Además, una coalición tendría sentido si ambas formaciones sumaran mayoría absoluta, pero no sumamos, por lo que debemos recurrir a otras fuerzas, y que no sean reactivas” dice y añade que tiene más margen un Gobierno socialista de llevar adelante una agenda progresista “sin los condicionamientos que puede suponer otra fórmula”.

Lo que si quieren dejar claro en Ferraz es que Ábalos se refería en estas declaraciones únicamente a Podemos y no a otros partidos como el PNV de los que, en todo caso, necesitaría apoyos para gobernar. Es decir, que la estrategia no es "abrir la puerta a otros" que no sean la formación de Pablo Iglesias.

Ábalos apuesta por dejar de lado los acuerdos por "bloques ideológicos" de cara a la formación de gobierno en CCAA y Ayuntamientos 

El PSOE sabe además, lo sabe sobre todo Ábalos, que las elecciones del 26M le han servido para consolidar su hegemonía en la izquierda a costa precisamente de ‘los morados’ y al rebufo del el viento de cola que le proporcionó la victoria del 28 de abril para mejorar sus resultados en todos los territorios. Pero también saben los de Ferraz que el batacazo de Podemos y sus confluencias locales bloquea la suma de las izquierdas en algunas comunidades y Ayuntamientos.

Por ejemplo, y en los casos de Aragón y Castilla y León, el PSOE va a depender de lo que decida Ciudadanos, y Ábalos da por sentado que, en el caso castellano leones, el candidato socialista, Luis Tudanca, logrará el respaldo de la formación naranja.

"Una coalición tendría sentido si PSOE y Podemos sumaran mayoría absoluta, pero no sumamos, por lo que debemos recurrir a otras fuerzas, y que no sean reactivas"

Ábalos apuesta por dejar de lado los acuerdos por "bloques ideológicos" de cara a la formación de gobierno en comunidades autónomas y Ayuntamientos y pactar por "bloques regeneracionistas". Lo ha dicho en una entrevista concedida a El Socialista en la que, y a la hora de analizar los resultados autonómicos del 26 de mayo, el secretario de Organización se ha referido en concreto a casos como los de Castilla y León, Murcia o la Comunidad de Madrid, donde necesitan el apoyo de la formacion naranja para formar gobierno. Los mismos interrogantes que dificultaban los acuerdos postelectorales del PSOE con sus potenciales socios por la izquierda se complicaban aún más en el caso de los Ayuntamientos donde también estarían en manos de Ciudadanos. En Ferraz lamentaban, la misma noche electoral, haberse quedado a “un concejal” de recuperar la alcaldía de Zaragoza. Pero no deben perder la esperanza porque los de Albert Rivera no descartan pactar con el PSOE el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza.