Pablo Iglesias -¡cómo no!- ponía el grito en el cielo por unos carteles de Vox, colocados en el metro de Madrid con el lema: "Un 'mena', 4.700 euros al mes; tu abuela, 426 euros". El partido del exvicepresidente, el PSOE y Más Madrid denunciaron este cartel y pidieron su retirada ante la Junta Electoral por vulneración del art. 50.4 de la LOREG referido a «expresiones e imágenes xenófobas y racistas». De inmediato, además, el Congreso se convirtió en un rasgado de vestiduras. Carmen Calvo, una mujer sensible que sufre por los menas, Inés Arrimadas, los podemitas, Gabriel Rufián, insultando como sólo él sabe hacerlo…

Pues bien, en respuesta a la denuncia contra el partido de Abascal, según publica La Razón, el juzgado de Instrucción número 53 de Madrid la ha archivado. La resolución señala que los mensajes sobre los “menas”, los menores extranjeros no acompañados, son el ejercicio de la libertad de expresión de Vox, que concurre a unas elecciones con la difusión de un programa.

De este modo, la magistrada titular de este juzgado decreta el archivo provisional porque “esos mensajes tampoco presentan la intensidad necesaria para generar un riesgo” contra los menores no acompañados.

Pese a que la Fiscalía y los partidos de izquierda denunciaron que la cifra de 4.700 euros de coste mensual por joven era una falsedad y una manipulación, la jueza considera que no es labor de la “jurisdicción penal” establecer si ese dato es cierto o no y, por tanto, no debe ser tenida en cuenta. ¿Y ahora qué?

Dicho esto, ¿El cartel dice verdad? Lo dice. ¿El cartel pide que ataquemos a los menas? No. El cartel es pertinente dada la situación de miedo que se ha creado en algunos zonas de Madrid. Por ejemplo, en el barrio del Batán donde resido y al que nunca acuden los ministros del Gobierno.

“Son niños, no criminales”, es la frase que resume toda la campaña progre contra Vox. Sólo tiene un problema: es falsa. Primero porque los menas no son niños, muchos de ellos hace tiempo que son mayores de edad, pero no lo reconocerán jamás.

Segundo, hay menas muy normales, lógicamente, pero también los hay que se dedican a hacer ‘mataleones’, ese procedimiento que consiste en ahogar a la victima, elevándola por el cuello, hasta desvalijarla. Otras veces simplemente dan palizas a los que hacen deporte por la Casa de Campo madrileña.

Por cierto, si al Sr. Iglesias y demás denunciantes no les gusta la propuesta 'A' de cártel, ya hay otra versión 'B' que circula por las redes. 

Cartel B