Sr. Director: Admiro el valor de quienes dicen que "no tengo miedo" pero yo reconozco que sí lo tengo. Cuando examinas lo que ha sucedido estos días te das cuenta que podría haber sido mucho peor, que los malos afortunadamente eran en su mayoría adolescentes y chapuceros y que una explosión fortuita acabó con sus planes de una masacre mucho mayor. Y observas también que el gobierno catalán nos vende como "brillante" una actuación de los Mossos plagada de errores. Que se hizo caso omiso de la instrucción del Ministerio de Interior de colocar bolardos en Las Ramblas que, según los expertos, hubieran reducido sustancialmente las víctimas; que no se hizo nada ante el aviso de la CIA a los Mossos hace dos meses de un atentado; que en Alcanar la policía autonómica confundió durante unas horas preciosas la base principal de los terroristas con un "laboratorio de drogas"; que el terrorista, tras asesinar en pleno centro de Barcelona, se les escapó a pie tranquilamente, etc. ¿Y quieren que no tengamos miedo? Pues yo sí tengo miedo. Y, por cierto, también bochorno cuando veo que, con los graves errores cometidos, algunos dirigentes catalanes, en vez de dimitir, se dedican a concederse medallas a sí mismos. Miguel Torres