Sr. Director: ¿Y si no llega el voto señor Quevedo? En caso de que el congresista guanche no vea satisfechas sus desproporcionadas aspiraciones en forma de subvenciones, congruas y otras delicadezas que paralizasen definitivamente los cálculos de un Partido Popular en las manos, no demasiado expertas, de Rafael Hernando, se plantearía una definitiva cuestión. ¿Y qué pasa con todo lo anteriormente acordado? El apoyo de los nacionalistas de Ortuzar y de Urkullu ha logrado un acuerdo con veinte puntos reconocidos y otras concesiones que, sin ser demasiado mal pensados, se sumarán en el tiempo y encontrarán su lugar adecuado de exigible cumplimiento. Me refiero a una sola cuestión concreta: si los presupuestos no llegan a buen término, es presumible que el Gobierno central no agilice el final de la Y ferroviaria vasca y así sucesivamente con los demás puntos del acuerdo. Se me escapa el alcance legal del pacto entre PP y PNV; desconozco incluso la deriva, no solo política sino legal, de esta desequilibrante y denostada conformidad. La cosa no está al final en manos de 175 votos, sino de la inquietante, interesada y nada edificante decisión de un francotirador que no merece, a lo que se va viendo, mucha confianza. José Morales