Sr. Director:

Tras unos años “huérfanos” de ideas, los simpatizantes y votantes del Partido Popular parece que recuperaremos nuestra identidad. Mucho les duele a los demás partidos políticos, que pondrán en marcha toda su artillería para evitar que los valores vuelvan a la sociedad y a la educación futura; éstos todavía acaparan los principales medios de comunicación, que utilizarán para evitar que los sentimientos nobles y morales imperen entre los ciudadanos.

Dos personas del PP (entre otras) tomaron el tren equivocado con destino a sus objetivos políticos: En Madrid, Cristina Cifuentes y para toda España, Soraya S. de Santamaría. Cifuentes se entregó en cuerpo y alma a los brazos del lobby LGBTI, cediendo a sus presiones y entregándoles esa ley que le impusieron y dictaron contra el interés y los deseos de los madrileños. Santamaría acató las nefastas decisiones del aciago señor Zapatero, despidiendo incluso a un ministro que quiso rectificar aquellos procaces abusos del peor presidente que tuvimos. La vida, primero y principal de los derechos humanos, era despreciada por Soraya que, incluso, no tenía inconveniente en ir a más.

Respiramos esperanzados los que habíamos renunciado a aquel PP, no obstante comprender que serán muchas las zancadillas que le pongan al señor Casado intentando evitar que tome el mando para conseguir una España mejor y unos ciudadanos ética y moralmente más preparados.