Sr. Director:

Parafraseando al viejo Marx, en su segundo centenario, recién finalizado, un fantasma triunfante recorre España: VOX. Politólogos, intelectuales-tertulianos snobs, algunos políticos de derecha, centro izquierda, ultraizquierdistas, radicales, separatistas e incluso ministros de gobierno o la gran perdedora Susana Díaz, no han dejado de lanzar exabruptos y descalificaciones contra VOX y su presidente Abascal. Un gobierno democrático, ¿lo es el de Sánchez? debe respetar los derechos de todos los andaluces que han ejercido su derecho democrático, aunque no le guste. Debe gobernar también para los 400.000 andaluces que han votado a VOX.

Primero ignoraron a VOX y ahora después del éxito en las elecciones de Andalucía es objeto de los insultos más reaccionarios y sectarios que no sólo recaen sobre el partido en sí, sino sobre los cientos de miles de andaluces que le han entregado su confianza en forma de votos. Los que lo acusan de todo peor, están acusando de lo mismo a miles de andaluces que no insultan a nadie, sino que ejercen su derecho democrático a votar a quien lo desee. VOX no es flor de un día, su implantación ha sido constante su capacidad de crecimiento en menos de un año ha sido considerable. El acto de Vistalegre fue el más concurrido de los que ha celebrado ningún partido, 12.000 asistentes, más 3.000 que no pudieron entrar por falta de lugar. Resulta que los mismos periodistas y sobre todo políticos que en sede parlamentaria descalificaban y acusaban al PP y Cs de ultraderechistas, acusan a VOX de lo mismo. El ideario político de VOX es claro y meridiano en todos los lugares dicen lo mismo: defiende la Constitución actual, aunque quieran reformarla en algunos puntos concretos. No tiene ningún complejo en defender los principios de unidad nacional, defensa de la vida desde el mismo momento de la fecundación hasta la muerte natura, defensa de la libertad y elección de centro educativo, defensa de la familia y el matrimonio: Defensa del Estado de derecho, de la bandera, de la separación de poderes, de la lista más votada, ilegalización de los partidos totalitarios, independentistas de todas nuestras tradiciones Navidad, Semana Santa. Devolución de las competencias de educación, sanidad y protección social al Estado para que no haya españoles de primera o segunda. Es mentira que VOX sea xenófobo y racista, porque tiene una política objetiva de regularizar la emigración con criterios legales, que eviten la trata de personas por las mafias que viven de la explotación de migrantes. Sostiene que la actual ley de memoria histórica debe ser derogada porque enfrenta dura y gravemente a los españoles. Es mentira que sea anti islam, lo único que pide es que se respetan las normas de convivencia del país en donde están, y que los españoles que residen en los países islámicos, tengan los mismos derechos que ellos. No se pueden utilizar las mezquitas para captar islamitas radicales. VOX es partidario de analizar el estado actual de las autonomías para que todos los españoles tengan los mismos derechos y deberes en el suelo español sin privilegios para nadie. Los ataques que están recibiendo tantos los militantes como los votantes andaluces de VOX por ejercer su derecho fundamental a votar, son una prueba de la sinrazón y sectarismo de los que no toleran la libertad y la democracia. Lo de el acalde de Cádiz, la ex presidenta de Andalucía y los exabruptos para fascistas del diputado Simancas, que pertenece a un partido que pacta con Otegui, Torra e Iglesias, la liquidación de la Unidad de España como  Nación Soberana  y única, son la mejor prueba de un delirio reaccionario, como es lo de Valls un español fracasado en Francia.