Sr. Director: El congreso extraordinario de UPyD que renovó al Consejo de Dirección bajo el liderazgo de Andrés Herzog y puso punto final a la etapa de Rosa Díez sirvió para constatar que el otrora prometedor partido magenta tendrá más que complicado superar el estado de coma inducido al que los errores de sus dirigentes le condenaron. El cónclave fue un quiero y no puedo de una organización que languidece con 4.000 militantes, apenas 300 comparecientes en el congreso y unos cuadros políticos con insuficiente ánimo político. Pedro García