Sr. Director: Ocurre que hay en la calle sensación de que jueces y fiscales gozan de una cierta impunidad tanto en el ejercicio de sus funciones como en el transcurrir de otras posibles actividades. Con independencia de que sus decisiones y sentencias sean a veces poco comprensibles para el común de los mortales, son muchos los que se preguntan por la falta de transparencia de juzgados para adentro. Pocas veces se sabe lo que de verdad ocurre en las instrucciones, en la relaciones de jueces y fiscales, en el vidrioso asunto de las filtraciones o en el desconcierto que producen algunas sentencias que apenas se justifican. Tampoco faltan quienes se extrañan de que, mientras el Gobierno y los partidos políticos, diputados y senadores, representantes nacionales, autonómicos y locales se ven continuamente inmersos en procesos de corrupción, ni jueces ni fiscales -que tanto poder fáctico acumulan- apenas se vean salpicados en acusación alguna con motivo de esa corrupción que tanto se persigue. No estaría de más que el Poder Judicial, aún con su dependencia congénita del ejecutivo y del legislativo, hiciera un esfuerzo de transparencia y los ciudadanos pudiéramos acudir tranquilos a los tribunales. Xus D.