Sr. Director: Con relación al trato a los ancianos, el Papa Francisco se refirió a los participantes en la Asamblea general de la Pontificia Academia para la Vida. Tras recordar el mandamiento bíblico que nos pide honrar a los padres y madres, "su acuciante actualidad para la sociedad contemporánea, donde la lógica de la utilidad pasa por encima de la solidaridad y de la gratuidad, aun en las familias", el Obispo de Roma subrayó la "responsabilidad" y el "deber de tener el máximo respeto y de cuidar al que, por su condición física o social, podría ser 'dejado morir' o 'hecho morir'": "Toda la medicina tiene un papel especial en la sociedad como testimonio del honor que se debe a la persona anciana y a todo ser humano. Evidencia y eficiencia no pueden ser los únicos criterios en gobernar la acción de los médicos, así como tampoco son las reglas de los sistemas sanitarios y el provecho económico. Un Estado no puede pensar en ganancias con la medicina. Al contrario, no hay deber más grande para una sociedad que el de custodiar a la persona humana". Destacando los avances en los cuidados paliativos, no sólo en acompañar a los enfermos oncológicos, sino en su aplicación en varias enfermedades, a menudo enlazadas con la ancianidad, el Papa Francisco recordó también que, en primer lugar, los ancianos necesitan el cuidado y el cariño de sus familiares. "El ser abandonados es la enfermedad más grave de los ancianos y también la injusticia más grande que pueden sufrir, aquellos que nos han ayudado a crecer no deben ser abandonados cuando necesitan nuestra ayuda, nuestro amor y nuestra ternura". El Santo Padre concluyó su denso discurso con palabras de aliento en lo que respecta al compromiso científico y cultural para asegurar los cuidados paliativos a todos los que los necesitan. A los profesionales y a los que estudian, especializándose en estos cuidados tan importantes, como los que salvan la vida. Y les deseo que sigan el estudio y la investigación, para que la obra de promoción y de defensa de la vida sea cada vez más eficaz y fecunda. Que los asista la Virgen Madre de Vida y los acompañe su  bendición. Lluis Esquena Romaguera