Sr. Director:

Los datos que ofrece el reciente informe del Instituto Cervantes muestran el creciente uso de nuestro idioma. Estos datos ofrecen un llamativo contraste con los esfuerzos de los dirigentes políticos de Cataluña y Baleares para limitar, cuando no erradicar, la enseñanza del castellano y en castellano, por razones ideológicas que escapan al sentido común. El problema se agudiza con la incorporación en la enseñanza de falsedades históricas que se están imponiendo ante la dejadez y las concesiones del Gobierno a los secesionistas. De ahí la creciente opinión de que el Estado debe recuperar las competencias en materia de enseñanza, pero también la tendencia a poner en entredicho el Estado de las Autonomías consagrado por la Constitución.

Del Gobierno cabe esperar una profunda reflexión para evitar que las derivas del nacionalismo se conviertan en batallas electorales que pongan aún más en riesgo la convivencia social.