Sr. Director:

El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) de Estados Unidos ha aprobado unas directrices que mejoran la protección del derecho a la objeción de conciencia en el ámbito sanitario, al exigir que nadie sea discriminado por negarse a participar en prácticas contrarias a sus convicciones. Reemplazarán a las dictadas por el HHS en 2011, durante la presidencia de Barack Obama.

La normativa -de más de 400 páginas- reúne y desarrolla las disposiciones dispersas en una veintena de leyes federales, aprobadas bajo administraciones de distinto signo y no siempre incorporadas a la práctica médica. El HHS cree que servirá para atajar el aumento de conflictos de conciencia producido en los últimos años.

Entre los casos más sonados está el de doce enfermeras que plantaron cara a su supervisor en la Unidad de Cirugía Ambulatoria de la Universidad de Medicina y Odontología de New Jersey, quien pretendía obligarlas a participar en abortos; o el de la enfermera Cathy DeCarlo, empleada en un hospital de la ciudad de Nueva York, quien se vio empujada a colaborar en un aborto con la amenaza de que, si se negaba, sería acusada de insubordinación y abandono de la paciente.

Otras veces, las presiones han recaído sobre entidades a las que una norma exigía prácticas contrarias a su ideario. El año pasado, el Tribunal Supremo falló en contra de una ley de California que obligaba a centros de atención a las embarazadas -gestionados por organizaciones provida- a hacer publicidad del aborto. Y en sendas decisiones de 2014 y 2016, el Supremo pidió a la Administración Obama que acomodase el "mandato anticonceptivo" -rebautizado por sus críticos como el "mandato anticonciencia"- a las convicciones de quienes no querían verse obligados a ofrecer la cobertura de anticonceptivos, píldoras con posible efecto abortivo y la esterilización en los seguros médicos de sus empleadas.

Además es importante recordar que los derechos de conciencia no son exclusivos de los creyentes, pues también los no creyentes pueden objetar por razones éticas.