Sr. Director: "Su ofrenda, la del enfermo, es valiosa para 'la salvación del mundo'". Son palabras hoy totalmente a contracorriente. Para muchos seguramente resultan escandalosas, como si se tratara de una especie de exaltación masoquista del dolor. Pero nada hay más lejos que eso del Evangelio, que muestra cómo Jesús pasó por el mundo curando a enfermos. Ahora bien, el cristianismo enseña que la vida tiene un sentido profundo, que no se limita a obtener una serie de gratificaciones. Eso incluye los momentos duros, que nos pueden ayudar a crecer como personas. No es posible vivir la vida con sentido sin afrontar la muerte y la enfermedad. Con una mirada de fe, el cristiano puede descubrir además, en ese trance, una ocasión para acercarse a la cruz que redimió a la humanidad. Enric Barrull