Sr. Director: Los sindicatos celebraron el pasado día 1 la tradicional manifestación del primero de mayo. Desde hace algunos años es una cita que provoca poco entusiasmo. En esta ocasión ha tenido lugar cuando la credibilidad de las organizaciones sindicales mayoritarias está por los suelos. España es de los países de la OCDE con menos afiliación sindical. A eso hay que añadir que el caso de los ERES falsos, el de las tarjetas 'black', los escándalos por los cursos de formación y las noticias de despilfarros han minado mucho su prestigio institucional. No obstante, ante la creciente desigualdad de la sociedad española, los sindicatos siguen siendo muy necesarios. Pero es evidente que el modelo sindical tiene que cambiar. En los años en los que volvía la democracia a España, a los sindicatos se les otorgó un poder para manejar recursos y determinar las relaciones laborales que los fue alejando de las necesidades reales de la gente. Tengo la sensación, después de haber participado activamente como sindicalista independiente, que a menudo trabajan para sí mismos. Para conservar sus liberados, verdadero "estatus quo" para la mayor parte de los componentes de sus órganos. Suso D. Madrid