Sr. Director:

Sólo Cristo nos puede salvar. No es una cuestión baladí, la desacralización de la Divina Eucaristía en la Iglesia Católica, evidencia una pérdida de fe en lo sagrado y esa pertinaz actitud por parte de la Jerarquía de la Iglesia Católica de mantener la comunión en la mano, indica claramente que Satanás se ha infiltrado en el Templo Santo de Dios y ha tenido unas consecuencias funestas en la sociedad, perjudicando en mayor medida a los más pobres y necesitados. La explicación es muy sencilla, si perdemos la fe en Dios como Padre amoroso de todo ser humano, ya no veremos al prójimo como un hermano, simplemente como a un ciudadano, y si tiene problemas eso es cosa suya. Al perder la fe en Dios, como la persona es espiritual, necesita creer en algo, y así nos creamos un dios a nuestra medida, el dinero, el poder etc.; y así vemos como cada vez hay más pobres y a la vez más ricos, no creo necesario decir que el rico roba al pobre. El mundo es una auténtica tragedia, cierto es que el mundo nunca ha sido ni será el paraíso terrenal, pero la situación es trágica, debido fundamentalmente a la pérdida de fe en Dios. A la vista de los acontecimientos que acontecen, se vislumbra cada vez con mayor claridad que esta época se acaba, no es el fin del mundo, pero se acerca una nueva era que será de una espiritualidad como nunca ha existido, esto no es una fábula, la simiente ya está sembrada y empieza a dar un fruto ubérrimo. Para que esto ocurra, previamente tiene que haber una purificación de la Iglesia Católica y de la sociedad, pues no hemos acogido la Misericordia de Dios  manifestada en la festividad de la Divina Misericordia que estableció el Papa Juan Pablo II, . Es la última oportunidad, Cristo nos dice que aunque nuestros pecados sean dela mayor gravedad, si arrepentidos acudimos a El, nos perdonará. No hay otra solución,  de nosotros depende,  solo Cristo nos puede salvar.