Sr. Director:

Al ver la situación actual, no parece que fuera un sueño cuando el día 15 de Abril de 2020, me tuve que levantar a las 4,30 horas para escribir: “EL CORONAVIRUS ES UNA PURIFICACIÓN QUE SE PROLONGARÁ MÁS POR QUE LA IGLESIA NO RECONOCE QUE SEA MOTIVADO POR EL PECADO.” Tampoco era fruto de un sueño cuando el Papa Pablo VI dijo que “el humo de Satanás se había infiltrado en la Iglesia”, y ese mismo día, el Cardenal Tarancón decía: “Por fin ha llegado la primavera a la Iglesia”. No llegó la primavera, sino el invierno más gélido desde su principio. Un batallón de Prelados y clero católico, seducidos por Satanás, tomaron en muchos lugares el mando de la Iglesia que, desde aquella fecha no ha hecho nada más que empeorar. Hay muchos obispos y clero católico, verdaderos pastores, víctimas de esta situación. Esta pandemia va a tener unas consecuencias trágicas en todo el mundo, pero especialmente en España. La Jerarquía lo único que hace es pedir la colaboración de les fieles, pero yo no oigo hablar de conversión y la Divina Eucaristía cada vez más desacralizada, de mano en mano. Esta pandemia se prolongará y más en la “católica España” apostata e inmoral, con un gobierno socio-comunista, fruto de esa apostasía, que difunde por el mundo toda clase de inmoralidades, cloaca maloliente y putrefacta. Tenemos que pagar a cuenta.