Sr. Director: En los últimos tiempos los profesores han asistido impotentes al deterioro de su imagen y a una desvalorización de la profesión docente. A ello se refirió ya en 1975 el eminente pedagogo Víctor García-Hoz con estas palabras: "Desde ser una actividad tranquila, de dedicación sosegada al cultivo de la ciencia y a las relaciones cordiales con quienes quieren adquirirla, ha pasado a ser una profesión esquinada, poco comprendida, mucho menos agradecida, en la que la dureza ha penetrado hasta la entraña del profesor. Con todas estas circunstancias, ¿se estará creando una nueva clase abrumada por la inutilidad de sus esfuerzos, sin ilusión en su quehacer, frustrada en su vocación?". Los profesores se siguen sintiendo criticados y culpabilizados por quienes menos esperaban: los padres de sus alumnos. La tradicional confianza y colaboración de los padres en los profesores está desapareciendo, condenándolos así a una injusta y dolorosa soledad. Jesús Martínez