Sr. Director:

Es lamentable la deriva radical del secesionismo catalán.

Que unos cuantos nos tomen a todos los ciudadanos como sus rehenes y tengamos que aguantar que nos quemen contenedores, que hagan barricadas o que corten carreteras y autopistas impidiendo la movilidad.

Quizá a estos chicos de los CDR que se toman la violencia como un juego sin consecuencias se les deberían bajar los humos con multas por su vandalismo, a ellos o a sus señores padres. Igual que se hizo con la “kale borroka” en el País Vasco, con resultados espectaculares.

Las cosas se ven diferente cuando el daño que provocas a la sociedad no lo pagan los demás sino tú de tu bolsillo. El odio, la rabia y la violencia que está mostrando el separatismo es justo el camino opuesto al que queremos la mayoría de catalanes.