Sr. Director: Por más que digan, no existe un derecho a arrancar la vida de miles de seres humanos pequeños e inocentes. No existe el derecho a abortar. Y es injustificable el derroche de tantos fondos públicos para enriquecer a los negocios aborteros. El abortismo organizado está hundiendo la demografía, el sistema económico y la conciencia moral. Se está abortando nuestra democracia. El argumentario abortista se reduce a falsificar el feminismo y a demonizar a los sacrificados pro-vidas, los que sí ayudan a las embarazadas en dificultad. Y el colmo llega ahora, con el acuerdo PP-Podemos y del resto del Senado para imponer como derecho básico el abortismo en todas las autonomías, a cargo del contribuyente. Pero esta siniestra unanimidad del Senado nada refleja a la sociedad, a la que ha dejado de servir, como toda esta partitocracia cainita, inepta y pseudodemocrática. La sociedad española está lejos de tal unanimidad en un abortismo tan extremista. No a todos nos han lavado el cerebro. ¿Quedarán medios dispuestos a reflejar el real pluralismo social? Ernesto Rodríguez