Sr. Director:

Dos proyectos de resolución en competencia surgieron en la ONU sobre el impacto de COVID-19 en las mujeres. Una de las principales disputas en las negociaciones es sobre las prerrogativas nacionales sobre el aborto.

Ambas resoluciones se basan en un informe de políticas del Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, publicado justo antes de Pascua sobre "El impacto de COVID-19 en las mujeres". El informe busca designar una lista de políticas prioritarias para proteger a las mujeres de la pandemia, entre ellas "servicios de salud sexual y reproductiva".

Una resolución, patrocinada por Argelia, China, Egipto, Arabia Saudita y Zambia, reconoce las prerrogativas nacionales cuando se trata de "salud sexual y reproductiva". El otro, patrocinado por los europeos, minimiza las prerrogativas nacionales y le da a la burocracia de la ONU un amplio mandato amplio, incluso respaldando el informe del Secretario General de la ONU y una nota de orientación más explícitamente pro-aborto de un comité de derechos humanos de la ONU que declaró que el aborto es esencial para el COVID. 19 respuesta.

El resumen y los dos borradores iniciales de las resoluciones identifican específicamente la “salud sexual y reproductiva” como “servicios de salud” esenciales que no deben ser interrumpidos por las decisiones de política de salud de COVID-19. No está claro si este mismo nivel de prioridad se mantendrá después de que las resoluciones sean discutidas remotamente por los estados miembros de la ONU.

La pandemia de COVID-19 ha cambiado la dinámica normal de negociación de la ONU, haciendo que el proceso de negociación sea menos transparente.

Los procedimientos normales del sistema de la ONU se detuvieron como resultado del pánico global por el nuevo coronavirus. Desde mediados de marzo, las operaciones cotidianas de la organización internacional se han reducido a lo esencial. Los paneles de derechos humanos han sido cancelados, las comisiones de la ONU pospuestas, y las votaciones diplomáticas en espera indefinidas. El diluvio diario de docenas de documentos de la ONU se ha reducido a un goteo, y las operaciones en la sede de la ONU están casi cerradas.