Sr. Director: Rita Barberá debe abandonar su puesto de senadora por una cuestión evidente de ética política. El deber de regeneración de la vida pública debe hacerse realidad con medidas concretas, empezando por la propia casa, sin enzarzarse en el acostumbrado "y tú más", o echando en cara a los otros que no dan el ejemplo debido cuando las sospechas, e incluso los hechos comprobados de corrupción, abundan en sus partidos. El Partido Popular tiene una ocasión propicia para dar ejemplo y tener un argumento moral de peso ante esa injusta especie de encausamiento general por corrupción, al que algunos quieren someterlo. Martín M.