Sr. Director:

Nueve de cada diez españoles comen pan diariamente, ¿por qué no aprovechar el tiempo en casa y aprender a hacerlo nosotros mismos? Thermomix ha querido rendir homenaje a este producto tan ‘nuestro’ con el libro Pan en casa, lleno de multitud de consejos y recetas de los panes más originales y deliciosos, como el Naan indio.

Según la encuesta sobre “Hábitos y consumo de pan en España” realizada por Simple Lógica, nueve de cada diez españoles comen pan a diario. De hecho, según los datos del Panel del Consumo, cada español consume una media de más de 30 kilos de pan al año. Esto convierte al pan en un producto prácticamente imprescindible en los hogares españoles.

Y es que el pan ha sido desde siempre un producto sencillo pero muy versátil, presente en nuestra mesa tanto como acompañante como integrado en las mejores recetas tradicionales (migas, salmorejo, torrijas, etc.). Incluso, siempre está para salvarnos de cualquier apuro con un exquisito bocadillo con la corteza bien crujiente y la miga muy blandita. Hace 60 años que aprendí de mi abuelo la expresión Con pan y vino se anda el camino y también aquella otra:

La sopa en vino no emborracha

pero hace buena muchacha.

Quita el hambre y no da sed

y ayuda en la vejez.

Ahora, en plena crisis del coronavirus, es una buena ocasión para aprovechar las múltiples cualidades del pan como alimento básico. Hasta puede ser el alimento para salir del paso en caso de necesidad.

Ante esto cabe la pregunta: ¿Has probado a hacer tu pan en casa? La clave está en un buen amasado, así que coge un poco de masa en los dedos, estírala de los cuatro extremos dándole una forma rectangular y pellizca la masa en el centro para formar un agujero. Si sale circular y liso, habrás conseguido un amasado perfecto. Además, podrás tener siempre pan fresco a tu disposición si lo sacas del horno y lo congelas 15 minutos antes de que se complete la cocción. Para una mejor conservación, si has preparado un pan de corteza dura, lo mejor será que lo envuelvas en un paño de lino y lo almacenes en un lugar fresco y seco. Mientras que, si se trata de pan de molde o panes blandos, lo ideal sería guardarlos en bolsas de plástico con autocierre. Ánimo, en tiempos de

necesidad, recuerda: Con pan y vino se anda el camino.