Sr. Director:

Cuando la vida nos da un vuelco (cáncer, ictus, pérdida del trabajo) deberíamos tomárnoslo como un renacimiento.

Objetivamente, es cierto, tu vida empeora, pero no se acaba. Mueres para algunas cosas (limitadas por tu capacidad física o económica) pero aumenta la capacidad de disfrutar de otras.