Sr. Director: Causa perplejidad ver que en el Congreso de los Diputados, en el órgano constitucional que representa al pueblo, algunos parlamentarios bloqueen el funcionamiento de la democracia, aunque eso sí, utilizando maneras de apariencia democrática. Hace ochenta años nuestros abuelos sufrieron una guerra civil. Hace cuarenta años, en la generación de nuestros padres, todos, con generosidad y altura de miras, cedieron en sus exigencias para conseguir una Constitución de consenso, que hizo posible una Transición pacífica. La generación actual se ha encontrado la Democracia en bandeja, con sus instituciones funcionando. Hay problemas, sí. ¿Pero qué pasaría si en un equipo médico: cardiólogos, cirujanos, anestesistas… ante un enfermo grave, cada cual pretendiera imponer su conveniencia personal, olvidándose del enfermo? Actualmente, algunos diputados en lugar de aportar soluciones, se burlan de la democracia que ellos se han encontrado instaurada. En el siglo XXI, el progreso tecnológico se renueva cada día, pero el Parlamento está anclado en esa agresividad cainita del "Duelo a garrotazos" que Goya pinto en el siglo XIX. Tal vez una reforma de la ley electoral para implantar el sistema de listas abiertas, ayudase a ventilar el sistema. José Murillo