Sr. Director: C.S. Lewis escribió en "La abolición del hombre" que, si suprimimos el órgano, no podemos sorprendernos de que desaparezca la función. Si nos reímos de quienes afirman que el bien existe, si no sabemos que el hombre es algo más que un trozo de carbono evolucionado conforme a las reglas ciegas de la bioquímica, si entronizamos la propia satisfacción como único criterio ético, si admitimos que el respeto a la vida admite excepciones, si desprestigiamos como peligrosos fundamentalistas a quienes defienden una moral objetiva de bienes y valores siempre dignos de respeto, si afirmamos que la justicia de las leyes solo depende de si las aprueba una mayoría preestablecida, …no podemos llevarnos las manos a la cabeza con estupor si crece la violencia en nuestro entorno. No estamos viviendo de momento -en Europa- el surgimiento de formas totalitarias de violencia institucional como instrumento de la política como sucedió en los años 30 del siglo pasado, pero sí estamos siendo testigos del aumento de la violencia de la gente normal, de la violencia en la vida cotidiana. Conviene reflexionar sin prejuicios sobre ello para intentar entender qué nos pasa y por qué nos pasa. Jesús Domingo Martínez